Puente sobre el Río Montana, en la vía Baeza-Lago Agrio, evidencia daños por el proceso de erosión en los ríos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El tránsito vehicular por la vía Baeza-Lago Agrio, conocida también como E-45, se cerró ayer ante el riesgo de que un tramo de esta vía colapse. La razón es la presencia de un socavón de 120 metros de profundidad que está próximo al puente, a la altura del kilómetro 105. Este punto se encuentra justo sobre el río Montana.
La medida fue tomada ayer al mediodía por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Esta entidad informó a través de su cuenta en Twitter que se cierra esta carretera, por la erosión regresiva y acelerada del río Montana. Esta vertiente desemboca en el río Coca, que se encuentra también en un proceso similar (erosión regresiva) desde hace cuatro meses.
El fenómeno en el río Coca causó ya el colapso de la quebrada de San Rafael, en febrero de este año. Y en abril produjo la rotura de las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del poliducto Shushufindi-Quito.
Dos meses después, parte de la vía E-45 y de la infraestructura petrolera vuelven a estar en riesgo, pero ahora, por la erosión regresiva del río Montana. La carretera, por ejemplo, está a menos de un metro de distancia del socavón; se divisan hierros expuestos bajo el puente y grietas sobre la calzada.
Ante esto, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGR) declaró ayer alerta naranja para un tramo de la autopista E-45 y el río Montana, en el cantón El Chaco. Y dispuso al Comité de Operaciones (COE) provincial y cantonal, presididos por el Gobernador y Alcalde del cantón Chaco, mantener el estado de alerta y tomar las acciones inmediatas necesarias para proteger a los usuarios.
Además, la SNGR dispuso al Instituto de Meteorología e Hidrología del Ecuador (Inamhi) continuar monitoreando de manera permanente el proceso de erosión regresiva del río Coca.
Por la autopista E-45 circulan en promedio entre 900 y 1 000 conductores de vehículos livianos y pesados, informó el Municipio de Chaco.
Los usuarios de esta carretera, que conecta Pichincha con las provincias de Sucumbíos y Orellana, deberán utilizar de forma alterna la ruta Quito, Ambato, Baños, Puyo, Tena, Coca y Lago Agrio.
Esta alternativa vial se mantendrá mientras el MTOP concluye la construcción de una vía provisional. Está previsto que este camino, que tiene una longitud aproximada de entre 600 y 700 metros, se encuentre habilitado el lunes próximo, si las condiciones climáticas son favorables, mencionó Javier Chávez, alcalde de Chaco.
Este camino se encuentra a aproximadamente 150 metros de la vía actual. Pero aparte de esta infraestructura, el MTOP avanza en la construcción de una variante adicional definitiva, que tendrá cerca de 1 kilómetro de extensión, según modelaciones previas.
“La situación es crítica, porque la erosión del río Montana podría llegar hasta el pie de la montaña y afectaría nuevamente a la infraestructura existente”, enfatizó Chávez.
Para prevenir este escenario, Petroecuador decidió esta semana suspender nuevamente el transporte de petróleo a través del SOTE y avanzar con la construcción de la tubería adicional, que estará a una distancia de entre 200 y 400 metros de la ribera del río.
Durante un recorrido que se realizó ayer por esta zona, Pablo Flores, gerente general de Petroecuador, informó que los trabajos del SOTE tienen un avance del 95% y se estima que concluirán mañana.
La nueva variante tiene una extensión de 1 100 metros aproximadamente y una vez que concluyan los trabajos, se podrán retomar las operaciones en los campos petroleros y se volverá a transportar el crudo desde el Oriente hasta el puerto de Balao, en Esmeraldas.
En este proceso, Petroecuador cuenta con la asistencia técnica del Gobierno de Estados Unidos. La ayuda se centra en temas geológicos y de remediación ambiental.
El Municipio de Chaco agregó que está a la espera de un informe técnico del Instituto de Geofísica para conocer cuál es la situación del proceso de erosión del río Coca. Ese gobierno local teme que el fenómeno de erosión pueda poner en riesgo a las poblaciones aledañas de San Luis y San Carlos.
En estos poblados habitan unas 90 familias, que eventualmente requerirán ser reubicadas, si el proceso de erosión del Coca continúa aguas arriba, es decir, con dirección al embalse de la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair.
En contexto
La erosión regresiva del río Coca, que provocó a inicios de febrero de este año el colapso de la quebrada de San Rafael y en abril daños en la infraestructura petrolera, ahora avanza por el río Montana, que se conecta con el Coca. Esto pone en riesgo la vía a la Amazonía.