En los Talleres y Cocheras de Quitumbe permanecen 15 de los 18 trenes que componen el sistema del Metro, cuya obra civil está próxima a concluir. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
Todavía hay tareas pendientes. La obra del Metro registra un 92% de avance general y se prevé que su construcción culmine el primer trimestre de este año; sin embargo, para que empiece a operar no basta con la infraestructura.
Hay procesos relacionados con las pruebas y con la contratación del operador, sin los cuales este sistema no podría dar servicio aunque los trenes, túneles, rieles y paradas estuviesen listos. Edison Yánez, gerente general de la Empresa Metro de Quito, advierte que luego de recibir la obra será necesario probar todos los subsistemas, además de colocar la señalización ferroviaria.
Los trenes comenzarán a moverse desde la tercera semana de enero del 2020 y en marzo empezarán las pruebas del sistema (lo que se conoce como Marcha blanca). Para hacerlo es necesario energizar talleres y cocheras; tener conductores certificados, quienes necesitan horas de práctica previa y no en cualquier vehículo, sino específicamente en los trenes.
La fase de preoperación es un proceso en donde se debe pagar a expertos en maniobra de trenes para que preparen todo el terreno antes de que empiece la parte operativa del sistema. Según Yáñez, eso no estuvo contemplado en el contrato de obra. Costará USD 16 millones y con ese valor se financiará la implementación de todos los procesos de pruebas, manuales de operación del sistema, lo relacionado a evacuaciones y seguridad.
Eduardo del Pozo, miembro de la Comisión de Movilidad del Concejo, indica que con ese monto se financiará, también, la fase de uso gratuito del sistema por parte de la ciudadanía a manera de prueba pero sin la recaudación de un pasaje, para que se inicien con el proceso de adaptación.
Además, la preoperación contempla cómo van a ser los planes de mantenimiento, qué va a pasar con los sistemas eléctricos, con los subsistemas de energía, con el mantenimiento de la infraestructura, los sistemas de ventilación y contra incendios, entre otros.
Se necesitarán agentes de control que conozcan procesos para evacuar el Metro en caso de una emergencia. Por ejemplo, ¿cuál es el protocolo cuando haya un evento deportivo?, ¿se va a necesitar una policía especial? ¿qué pasa si hay amenaza de bomba, un suicidio o si un animal entra al túnel?Todos esos manuales deben ser generados en la fase de preoperación.
Para ello se está coordinando con el ECU 911, con Bomberos, Cruz Roja, Defensa Civil y la AMT para saber cómo actuar ante un terremoto, un accidente, una amenaza de bomba, si hay un herido o un arrollamiento. “Son cosas que pueden pasar. Son planes de contingencia, de los cuales no recibimos absolutamente nada”, afirma Yánez.
Según el Gerente, al momento se trabaja en temas específicos como la formación de conductores, políticas de gestión, modelos con los que se van a controlar los subsistemas, planes de mantenimiento, etc.
Para cumplir con los plazos y que en octubre entre en funcionamiento el Metro, en febrero la ciudad ya debería tener un operador. Yánez explica que luego de deliberaciones de trabajo con los jurídicos y multilaterales, el camino que más probabilidades de éxito tiene es generar un giro específico de negocio. “Eso significa que el Sercop, al ser el regulador de las compras del Estado, nos tiene que habilitar un giro por el cual podamos contratar y esté avalizado por la Secretaría de Compras Públicas para que no tengamos ninguna adjudicación a dedo ni alianza estratégica que pueda ser mal vista, y que cumplamos con toda la normativa de contratación pública necesaria”.
Actualmente hay tres interesados: Metro Medellín y Alemania (que se aliaron), Barcelona y Francia. El Metro anunció que se abrió la invitación a presentar expresiones de interés para la operación de este sistema de transporte, lo que incluye las actividades necesarias para la puesta en marcha, operación en sí, adecuado mantenimiento de la infraestructura, material rodante, equipo auxiliar y todos los sistemas complementarios para la operación. Las expresiones de interés se recibirán hasta el 15 de enero. Luego se calificará a los interesados y se hará el proceso definitivo de contratación.
Alfredo Viteri, experto en movilidad, considera que así como se crearán protocolos para saber qué hacer en caso de emergencias, hay que trabajar en manuales sobre cómo debe ser el comportamiento del usuario dentro del Metro y, en general, en el sistema de transporte. Solo así se garantizará el correcto funcionamiento y servicio. “Y que se contemplen sanciones a quien no cumpla las disposiciones”.