Protesta en el Hogar Corazón de María duró tres horas, en el norte de Quito

Protesta del Hogar Corazón de María para solicitar el pago de sueldos de los trabajadores. Foto: Evelyn Jácome

Protesta del Hogar Corazón de María para solicitar el pago de sueldos de los trabajadores. Foto: Evelyn Jácome

Protesta del Hogar Corazón de María para solicitar el pago de sueldos de los trabajadores. Foto: Evelyn Jácome

Cerca de 150 personas se manifestaron la mañana de este lunes 20 de junio del 2016 en las afueras del Hogar Corazón de María, ubicado en la avenida de La Prensa y Ángel Ludeña, en el norte de la capital. La protesta, encabezada por los trabajadores y beneficiarios del ancianato, duró más de tres horas; es decir terminó cerca de las 12:00.

Algunas personas de la tercera edad estuvieron en sillas de rueda y otros con bastón; todos pedían al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), el pago de sueldos a los trabajadores y el aporte mensual con el que la institución se mantiene. Con cucharones y ollas, con palos y tarros, y levantando letreros con mensajes como “necesitamos comer”, “no tenemos pañales” y “necesitamos medicinas”, los usuarios hicieron escuchar su voz.

En el lugar permanecen casi 300 adultos mayores. Raquel Fernández, directora del Hogar, contó que tienen un convenio con el MIES, mediante el cual el Ministerio cancela USD 566 244 al año, a razón de 180 adultos mayores. Sin embargo, en lo que va del 2016, ese valor no ha sido entregado.

Fernández aseguró que la deuda por los seis primeros meses asciende a USD 283 122. Sin ese dinero, dice la directora, mantener el centro es imposible.

El desembolso del MIES servía sobre todo para cancelar los sueldos de los 64 empleados que trabajan en el lugar. Además, parte de ese dinero se utilizaba para comprar algo de alimentos y pañales.

Entre los empleados que allí laboran están psicólogos, trabajadores sociales, terapistas físicos, 24 enfermeras, personal de servicio de lavadero, cocina, huerta, jardines, limpieza. Fernández explicó que el mismo Ministerio les exige tener determinada cantidad de trabajadores, dependiendo del número de "abuelitos" que vivan allí.

La mayoría de beneficiarios está en situación de abandono y muy enfermo. Tienen demencia senil y discapacidades físicas, por lo que es muy difícil la convivencia con ellos. Algunos, incluso, ni siquiera están identificados. Unos abuelitos han sido llevados por la Policía luego de ser encontrados en la calle.

Otros fueron llevados por vecinos de sectores donde deambulaban sin rumbo fijo. Y la minoría ingresó por el pedido de familiares que por alguna razón no pudieron hacerse cargo de su cuidado.

Hay cerca de 46 pacientes que han ingresado de manera particular que cancelan entre USD 20 y USD 350, al mes, por permanecer allí. Fernández explica que no hay una mensualidad fija, por lo que dependen del ingreso por parte del MIES y de lo que la gente de buen corazón les regale.

Hoy, las despensas están vacías. Un quintal de harina, otro de azúcar, un par de aceites, y algo de granos son sus reservas para el mes. Para poder subsistir, cuenta la directora, debieron vender una propiedad que tenían y realizaron dos préstamos en el banco de USD 70 000 cada uno.

Las autoridades del lugar explicaron que hicieron todo lo posible para que el Ministerio pague la deuda, pero como los acercamientos no fueron exitosos, no les quedó otra opción que salir a la calle a protestar. “La gente del MIES siempre ha sido buena, pero ya no sabemos qué hacer. Nos dicen que ya pasaron el tema a Finanzas y que en el Ministerio no pueden hacer más. Hemos escrito una carta al Presidente pidiéndole que nos ayude. Estoy segura de que si le llega esa carta al Presidente él nos va ayudar”, dice Fernández.

Asegura que su otra casa de acogida de Macas, en Morona Santiago, que atiende a 58 personas de la tercera edad, tampoco ha recibido el pago. Además, dice, tienen un convenio con el Ministerio de Salud que acordó pagar 88 500 al año para atender actualmente a 66 ancianos, pero no se les ha pagado desde el 2015.

Debido a la protesta, los dos carriles de la vía se cerraron al tránsito vehicular, por lo que todos los automóviles y buses fueron evacuados por el carril exclusivo de la Metrovía. La fila de autos ocupó casi cuatro cuadras. Varios de los conductores pasaban haciendo tocar la bocina de sus vehículos como muestra de apoyo.

Si alguien puede colaborar con ayuda, por favor acercarse al Hogar. Necesitan pañales, azúcar, panela, avena y alimentos en general.

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