El promedio de bachiller pesará para ir a la universidad

Los  chicos con mejor promedio de la U.E. Becquerel, con el profesor Santiago Rendón

Los chicos con mejor promedio de la U.E. Becquerel, con el profesor Santiago Rendón

Los chicos con mejor promedio de la U.E. Becquerel, con el profesor Santiago Rendón. Foto: Vicente Costales/El Comercio

Su dedicación durante 13 años en la escuela y el colegio se reflejó en el promedio final de Erika Guatemal, de 18 años. Logró el mejor puntaje entre sus compañeros de Bachillerato y es la abanderada del Pabellón Nacional, en el Colegio Luis Napoleón Dillon, norte de Quito.

Al calcular el promedio final, las notas desde octavo a décimo de Básica equivalen al 30% de la calificación; los tres años de Bachillerato, al 40%; y el resultado del Ser Bachiller es el 30%. Lo explica Narcy Recalde, rectora de ese plantel.

Los nueve estudiantes con mejores calificaciones integran el cuadro de honor como abanderados y escoltas. La proclamación de resultados y el juramento a la Tricolor serán el miércoles, por el Día de la Bandera Nacional, en todos los planteles.

Desde esta promoción, que cursa el último año de colegio en la Sierra, ese historial de notas será tomado en cuenta también para el ingreso a universidades e institutos en el sistema público. La nota del Ser Bachiller no será el único elemento para la asignación de cupos.

Ese nuevo criterio -además de la condición socioeconómica y la ubicación territorial del estudiante- es parte de la reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).

“Se busca garantizar no solo el acceso sino la permanencia y la culminación”, señala Gabriela Suárez, subsecretaria de Educación Superior. Para eso se trabaja en el reglamento de la Ley, entre el Ejecutivo y la Secretaría de Educación Superior (Senescyt). Se recogen insumos de las universidades, politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos. Esperan -dijo- que entre finales de este mes e inicios de octubre el borrador esté listo.

Para Recalde es positivo que el récord académico no solo sirva para recibir menciones honoríficas sino para brindar más oportunidades para el ingreso a la universidad.

No solo el historial de notas desde segundo de Básica hasta segundo de Bachillerato se analiza para designar a los abanderados y portaestandartes. Igual se consideran méritos en el deporte y actividades culturales, entre otros logros.

Este año, en la Zona 1 -Pichin­cha, Napo y Orellana- 200 estudiantes serán proclamados abanderados, según la pro­yección del Ministerio de Edu­cación. En el Distrito Metropolitano de Quito serán 516.

Erika Guatemal, abanderada del Dillon, planea seguir Medicina en la Universidad Central. Le alegra la idea de que su récord de notas se tome en cuenta. “Es un reconocimiento al esfuerzo”, comenta, “pero no debe ser determinante”.

La estudiante reflexiona y apunta que otros jóvenes no se destacan con altas calificaciones, pero tienen otro tipo de habilidades y destrezas. Catalina Roldán, rectora del Colegio Becquerel, opina que para el ingreso a la universidad no se deberían revisar únicamente las calificaciones sino otras pautas, como el nivel de participación en la comunidad, si ha logrado méritos artísticos o deportivos, si integra programas sociales o de procesos de liderazgo estudiantil. Sin embargo, espera que este nuevo criterio haga que los chicos se esfuercen más.

¿Qué tanto peso tendrá el récord académico en las nuevas variables? La Senescyt trabaja en una normativa y en un modelo técnico, a través de los que establecerán los porcentajes que tendrá este punto, el examen Ser Bachiller y otros temas: pertenecer a grupos vulnerables, a otras nacionalidades y ubicación territorial.

Suárez, subsecretaria de Educación Superior, adelantó que ese modelo deberá estar listo luego de la aprobación del Reglamento a la LOES, para ser aplicado desde el primer semestre del 2019.

Si bien eso aún se reglamenta para lo público, las universidades privadas sí premian a quienes se gradúan con altas calificaciones. Les sirve para aplicar a becas y a ayudas económicas.

Ese es el caso de Emilio Zabala, de 18 años. El joven fue abanderado de su colegio y destacado futbolista. Sus buenos promedios le permitieron tener algunas ofertas de becas en universidades en el extranjero y en el país.

Una opción fue viajar a México, pero decidió entrar en el Programa UDLA Honors de la Universidad de Las Américas. La propuesta arranca en este semestre y consiste en brindar espacios y capacitaciones, además de becas, a estudiantes cuyo récord académico y participación les permitió sobresalir. Así lo explicó Sol Villasís, coordinadora.

En ese centro de estudios también ofrecen más oportunidades a los abanderados y escoltas. Esos graduados pueden obtener desde el 10% hasta el 60% de beca. Aunque todo dependerá de su historial y de la nota que saquen en el examen de admisión.

La Universidad UTE ofrece también becas por excelencia académica. El aspirante debe haber obtenido un promedio mínimo de 9 puntos sobre 10 en su acta de grado, o el equivalente a sobresaliente, indicó Andrea Chacón, directora de becas. Para este período académico, que se inicia en octubre, se han entregado 78 becas en esa categoría.

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