Rellenar un frasco de espuma de carnaval puede tomar cerca de una hora, en las empresas productoras. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Se acerca el feriado de Carnaval y la producción y distribución de la tradicional espuma utilizada en estas fechas se apresura. En tiendas y en las calles del Distrito Metropolitano de Quito ya es común empezar a ver su venta a dos semanas del inicio de este feriado.
La espuma de carnaval es empleada para jugar durante esta festividad de febrero. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
La producción de esta espuma no es sencilla. Para tener un frasco de 540 mililitros el proceso se demora alrededor de una hora con diez minutos, explica Yozaida Herrera, gerente de Planta de la empresa Envapress dedicada a la elaboración de este producto.
En este sitio la actividad es intensa. El proceso inicia con varios meses de anticipación a la época y arranca desde octubre. La producción concluye en febrero, para que los frascos lleguen a tiempo para el Carnaval.
Para este año, la empresa produjo alrededor de dos millones de frascos para ser distribuidos en el mercado local y extranjero.
El laboratorio
Para ingresar a la zona de elaboración, las mascarillas, los mandiles y la protección para el cabello es imprescindible. Visitantes, empleados y operadores deben usarlos por seguridad.
El procedimiento para obtener un frasco de espuma involucra ocho pasos. Todo inicia con el fraccionamiento de la materia prima hasta llegar al empaque final en la caja.
La firma cuenta con una gama de frascos que serán llenados por distintas cantidades. Las presentaciones van desde los 250 mililitros hasta los 1 000 mililitros. También existen los de 540 ml, que son los que más se producen.
La fórmula de la espuma es probada dermatológicamente, para que no genere alergia al consumidor ni a los empleados. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Según estimaciones del fabricante en un lote se llega a obtener 6 000 unidades.
Herrera dice que la fórmula es testeada dermatológicamente para que no genere alergia, tanto al público que la usa, como al personal que la manipula. Los frascos, indica, se reparten en líquido y gas dejando una cámara de seguridad en el envase para evitar cualquier tipo de accidente.
El uso de la espuma de carnaval se ha popularizado en los últimos años. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
En este sector los trabajos no paran y las cajas poco a poco se van llenando, después de que los pequeños cilindros han sido cubiertos por la fórmula. Los empaques serán entregados en distintos locales para su comercialización.
Los frascos de espuma de carnaval son empaquetados para distribuirlos a los distintos locales. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO