Imagen referencial. En el protocolo aprobado por autoridades sanitarias se recomienda limpiar exhaustivamente las superficies y esterilizar el equipo utilizado; se debe trabajar en lugar con una adecuada ventilación. Foto: Archivo EL COMERCIO
Desde el 3 de junio, la odontóloga Consuelo Riofrío retomó la atención en su consultorio privado, ubicado en el sur de Quito. Generalmente ella atiende a pacientes con dolores agudos en las muelas o con infecciones dentales. “En esta época estos son los principales requerimientos; no pueden esperar porque sienten un malestar intenso”.
En el Protocolo para atención odontológica durante la emergencia sanitaria por covid-19, actualizado en mayo del 2020, las urgencias son aquellos tratamientos que requieren de un chequeo inmediato por parte de un facultativo para aliviar dolor o riesgo de infección; deberá ser tratado en el primer nivel o centros médicos. Mientras que las emergencias son aquellas en las que la vida de un paciente corre un potencial riesgo y cuyo tratamiento debe realizarse en ambientes hospitalarios.
La médica Riofrío, por ejemplo, asiste urgencias odontológicas. La pulpitis, una inflamación de la pulpa dentaria provocada por estímulos nocivos como las bacterias, es una de las más comunes. A estas se suman la extracción de los terceros molares -más conocidos como muelas del juicio-. Cuando brotan generan un dolor intenso e hinchazón del rostro, por lo que las personas acuden a los consultorios para que la cirugía de extracción respectiva.
En el caso de los niños, las molestias más comunes son dolores por el nacimiento de los nuevos dientes, por lo que “sacamos los de leche para abrir espacio a los nacientes”.
Durante estos dos meses, en los cuales rige el semáforo amarillo en la capital, Riofrío ha evitado procedimientos estéticos, como colocación de carillas y blanqueamiento. “En este momento es necesario priorizar la atención a quienes tienen urgencias y emergencias odontológicas; el resto de personas pueden esperar”.
Antes de la pandemia, la profesional atendía 18 pacientes diarios. Hoy únicamente alcanza a tratar a la mitad, es decir, nueve. “Entre cada uno debe pasar un lapso de tiempo de una hora o más. Con ello evitamos las aglomeraciones en la sala de espera y nos da tiempo para la higiene”.
En el protocolo aprobado por autoridades sanitarias se recomienda limpiar exhaustivamente las superficies y esterilizar el equipo utilizado; se debe trabajar en lugar con una adecuada ventilación. Además, los profesionales deberán contar con los equipos de seguridad necesarios como bata, guantes desechables, mascarilla N95, gorro, gafas y botines. Esto debe retirarse de forma correcta, con el objetivo de evitar contagios de covid-19.
Andrés Salazar, presidente de la Asociación de Odontólogos Unidos del Ecuador, concuerda en que, desde el cambio del semáforo a amarillo, en las clínicas se realizan todos los tratamientos, es decir, calzas, prótesis, implantes, cirugías, ortodoncia, rehabilitación, entre otros. “Utilizamos protocolos de bioseguridad estrictos y prendas de seguridad, ya que estamos expuestos a aerosoles (pequeñas gotículas de saliva contaminadas con la nueva cepa de coronavirus)”.
Otras de las medidas que se realizan en los establecimientos odontológicos es la toma de la temperatura al paciente. Además se le entrega prendas de seguridad y zapatones; se promueve el lavado de manos. “Después de cada atención se higienizan los espacios”.
MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA