El albergue San Juan de Dios, en el Centro de Quito, recibe a ciudadanos venezolanos. Foto: Marcelino Rossi /EL COMERCIO
Siete problemas de salud son los que afectan a los migrantes venezolanos que llegan a Quito y han sido atendidos por la Unidad Metropolitana de Salud Norte en La Ofelia. Lo indicó hoy, miércoles 8 de agosto del 2018, el doctor Mauricio Valencia Calvo que dirige esa institución de salud del Municipio.
“Hicimos una intervención en la terminal terrestre de Carcelén, en donde estaban albergados muchos”, manifestó Valencia. Los problemas más comunes son laringitis, traqueítis, dolores abdominales, lumbalgias, piel seca, gastritis y dispepsia (trastorno digestivo).
En consulta externa se brinda servicio a unas 300 personas diariamente en la Unidad Metropolitana de Salud Norte. De esa cantidad, 5% corresponde a venezolanos y el resto a ecuatorianos.
Reciben atención de laboratorio, exámenes complementarios de imagen. También acuden al centro quirúrgico con tres quirófanos y varias especialidades. “Damos una atención complementaria a la red pública de salud”, precisó Valencia.
Enfatizó que no está desbordada la atención al público por la presencia de los ciudadanos venezolanos en el norte de la ciudad. En total, las brigadas médicas de la Unidad Metropolitana de Salud Norte realizaron 206 atenciones médicas a migrantes venezolanos que estaban en los albergues de Carcelén y en la Mitad del Mundo hasta el 17 de julio. También 123 odontológicas, 114 nutricionales, 15 consultorías de enfermería y 3 referencias a centros asistenciales.
110 ciudadanos venezolanos acuden al albergue del Centro Histórico de Quito
Jaime Buitrago es director del albergue San Juan de Dios, ubicado en el barrio de San Diego, en el Centro Histórico. Este tiene capacidad para albergar a más de 300 personas. Allí, la mayoría son ecuatorianos y 110 provienen de Venezuela.
Él cuenta que las ayudas y donaciones han sido permanentes. “Hemos recibido frutas, verduras y ropa. Lo último es lo que más se necesita. Si llega comida preparada en ese rato se la distribuye entre la gente; caso contrario, se la guarda para el siguiente día, nada se desperdicia”, dijo el religioso.
Para receptar donaciones, las puertas del albergue están abiertas las 24 horas. Quienes tienen vehículo pueden dejarlas por sus propios medios. La gente que no tiene movilización puede comunicarse con la institución al teléfono 228-0542 y pedir que las retiren. También pueden comunicarse por redes sociales.
Los migrantes venezolanos pueden quedarse 15 días como máximo allí. Trabajo Social les regala una caja de dulces para que puedan comercializarlos. “Con esos pueden ayudar a sus familias”, manifestó Buitrago.