Los camiones tácticos del Ejército se ubicaron en varios sectores de la cárcel. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El amotinamiento en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel de Cotopaxi comenzó a las 08:00. Alias ‘Suzuki’ y otros reos se abalanzaron a la puerta de ingreso y atacaron con fierros y palos.
Los internos protestaban en contra de las medidas que se aplican por la ampliación del estado de excepción en las cárceles. Asimismo, solicitaron se mejore la comida y se amplíe las visitas a los presos.
“No vamos a permitir presiones de los presos cuando estos servicios ya se mejoraron. Necesitamos tiempo para continuar cambiando algunas cosas en las cárceles”, dijo el director de la Dirección de Rehabilitación, Edmundo Moncayo.
Las autoridades confirmaron que después de cuatro horas se logró el control total de los pabellones. Y dijeron que dos presos fueron asesinados y un policía quedó herido.
El uniformado fue trasladado de emergencia a Quito por contusiones en la cabeza y una herida con un arma cortopunzante en el pecho.
Alias ‘Suzuki’, quien lideró el violento hecho, fue uno de los reos asesinados por sus compañeros de celda. Según datos oficiales, pertenecía a Los Choneros. En 17 años fue detenido ocho veces. Actualmente estaba involucrado en asesinato y tráfico de drogas.
Según las autoridades, él intentó abrir el acceso que da a otras áreas del centro carcelario, pero estas fueron cerradas por los agentes penitenciarios.
El hecho tomó por sorpresa al resto de guías que se encontraban en los pabellones de mínima y máxima. Incluso un grupo de mujeres que se dirigía a estos sitios fue desalojado del interior de la cárcel.
Un vehículo de Medicina Legal ingresó al lugar, para retirar los dos cadáveres. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Las esposas y madres indicaron que los guardias les sacaron a “empujones”. Mientras tanto, ingresaba el personal del Mantenimiento del Orden y agentes de unidades élite de Cotopaxi, Tungurahua y Pichincha. También llegaron militares de la Brigada Patria y tanqueros del Cuerpo de Bomberos de Latacunga.
Los incidentes fueron subiendo de tono en las diferentes áreas. El humo que emanaban las cobijas, colchones y otros enseres quemados comenzó a hacerse visible desde la Panamericana o E35 y vías cercanas. Los internos vulneraron los accesos y aparecieron en los techos de la penitenciaría.
Quienes habitan cerca del centro carcelario se ubicaron en las terrazas para observar cómo los presos protestaban.
Para entonces ya se hablaba de otro fallecido, pues en otra pelea entre bandas de mediana seguridad falleció alias ‘Bryan’. Supuestamente era parte de la banda llamada Los Paredes.
Mientras en los exteriores de la cárcel un grupo de trabajadores del Ministerio de Salud Pública se apostó en las veredas, en espera de indicaciones de las autoridades. Poco a poco el humo blanco se apoderaba de la zona y los presos comenzaban a abandonar los techos.
“No son animales, los presos son humanos”, gritaron las mujeres. “Ellos necesitan agua y alimento de calidad”.
“Al mes teníamos cinco visitas y ahora solo dos. No es justo que nos reduzcan el tiempo de visita”, dijo Victoria. La mujer arribó desde Ventanas para visitar a su esposo que está en el pabellón de máxima seguridad por el delito de asesinato.
La Dirección de Rehabilitación denunció que el causante del amotinamiento se benefició del fallo de un juez al concederle el hábeas corpus.
“Esta persona no se pudo adaptar psicológicamente, pero un juez le concedió este recurso que permitió su trasladado a otro pabellón de menor seguridad. Y hoy se realiza este evento con la muerte de (dos) personas”, indicó Moncayo.