Una vez que los predios son desalojados, se coloca un candado y un rótulo que indica que están siendo vigilados por la comunidad y la Policía Nacional. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Graffitis en sus paredes, ventanas rotas y puertas que parecen nunca abrirse son parte de la fachada de las 35 casas abandonadas en el sector de La Mariscal.
En su interior, la situación es aún peor. Vidrios rotos, colillas de cigarrillo, prendas de vestir, excremento, medicamentos, tarjetas de crédito y botellas de licor vacías son algunas de las cosas que se pueden encontrar en el piso.
Con este escenario se enfrentaron los vecinos de La Mariscal al ingresar a estos predios
Desde hace un mes, han intervenido en cuatro casas de la zona, con el resguardo de la Policía Nacional, y realizaron el levantamiento de datos de las casas abandonas.
Juan Baquerizo, representante de la comunidad, explica que estos sitios funcionaban como hoteles gratuitos para delincuentes e indigentes. Es por eso que la comunidad decidió “dejar de lado las charlas en las reuniones y empezar a actuar”.
La primera casa que ‘invadieron’ fue la conocida como ‘Casa Epson’, en las calles Baquerizo Moreno y Reina Victoria. De este lugar desalojaron a cinco personas, una de ellas estaba en silla de ruedas y tenía una funda de colostomía.
Según los vecinos, estas personas se dedicaban a delinquir, aunque ellos afirmaron ser cuidadores de vehículos.
En los siguientes dos sitios intervenidos solamente hallaron las huellas de que estaban siendo habitados y en el último, encontraron a cuatro personas, aunque tenían el informe de que en esa casa habitaban alrededor de 20 individuos.
Víctor Herrera, teniente coronel encargado del sector de La Mariscal, explica que estos lugares se han convertido en “un foco generador de inseguridad” y no aportan con la imagen turística que busca proyectar el barrio.
Isabel Morillo, administradora zonal de La Mariscal, considera que en este barrio la “dinámica es distinta”, ya que los vecinos y empresarios de la zona están trabajando juntos para potenciar el sector.
Pero Morillo admite que, como autoridades, solo pueden ayudar con la limpieza de estos lugares y no con su apropiación, porque son sitios considerados propiedad privada. Únicamente con la autorización del dueño podrían entrar a estas casas.
Para Gustavo Terán, uno de los gestores de esta acción, los propietarios no deberían sentirse afectados porque “la comunidad entre a limpiar, a pintar y a sacar a los delincuentes”.
Por el contrario, deberían reconocer que es una forma en la que se los está beneficiando. Además, aclara, la intención no es apoderarse del predio privado, “es unirse para vivir más tranquilos”.
De acuerdo con el levantamiento de datos de la Policía Nacional, algunos de los predios son privados, otros públicos y también están los que se encuentran en trámites legales.
Con las propiedades que tienen dueño, como el exhotel Chalet Suisse, se logró que se comprometiesen a poner un cerramiento y limpiaran la fachada.
El problema se da con los que se desconocen sus propietarios, como es el caso de la primera y última casa tomada.
Si el dueño no se hace presente, la comunidad ha decidido utilizar los terrenos para el bienestar del barrio.
En la ‘Casa Epson’, por ejemplo, los vecinos se dedicaron a remodelarla con la intención de que se convierta en una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y en un centro de vigilancia del sistema de seguridad, que implementaron también los moradores en la zona.
Hace 12 días empezaron con los arreglos del predio, que les costó alrededor de USD 16 000, cuenta Baquerizo. El problema está en que, al desconocer quién es el propietario del predio, los trámites legales son más largos. Actualmente, están a la espera de una respuesta por parte del Ministerio del Interior.
Baquerizo aclara que, aunque hasta el momento no han tenido inconvenientes, la comunidad está dispuesta a asumir cualquier responsabilidad, con el fin de que se construya una UPC en el sitio, para que ayude a controlar la inseguridad, que es mayor por las noches.
La comunidad espera intervenir un predio cada semana. Herrera afirma que se dará seguimiento a cada una de las casas y que también se ha hablado con los vecinos para que denuncien en caso de que observen que se están invadiendo nuevamente los predios.
En contexto
En la zona de La Mariscal los vecinos y la policía de la comunidad iniciaron con el operativo ‘Vigilante Seguro’, donde retiraron a los cuidadores no autorizados de vehículos y colocaron 25 guardias privados en el sector. Se estudió sus antecendentes penales.