El Ministerio de Trabajo y el IESS efectúan controles para evitar el incumplimiento de las obligaciones laborales. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Cada vez, con más frecuencia, en peluquerías, centros de belleza, panaderías, lavadoras de autos, restaurantes y bares, especialmente de Quito y de Guayaquil, se ofertan trabajos con pagas que solo alcanzan entre USD 10 y 15 al día.
Estas opciones de empleo se ofrecen a través de páginas web de empleo y redes sociales, con jornadas que –incluso– son mayores a las 8 horas reglamentarias diarias, sin contrato fijo, sin afiliación al seguro social y sin pago de horas extras.
Con ello, los trabajadores solo pueden obtener hasta USD 300 mensuales, pese a que el salario mínimo para este año es de USD 386 por mes.
En esta situación laboral están ciudadanos extranjeros y ecuatorianos. Luis (nombre protegido) es venezolano, tiene 23 años. Y Víctor, guayaquileño, tiene 26. Ambos trabajan en un restaurante de comida árabe en el norte de Guayaquil. Ellos laboran sin un contrato, no están afiliados y tampoco reciben pago de horas extras.
Luis, quien está a la espera de obtener su visa de trabajo, encontró ese empleo a través de una página en Internet y percibe USD 10 diarios. Es su única opción de empleo, ya que otras empresas le solicitan tener la documentación en regla.
Víctor, en cambio, gana USD 12 diarios tras “haber negociado” el monto con el dueño del lugar. “No puedo denunciar porque sería quedarme sin trabajo. En tres meses no he tenido descanso, si un día falto me lo descuentan y necesito trabajar para mantener mi casa, a mis tres hijos”, se quejó.
La encargada del local reconoce que no está cumpliendo con la normativa laboral, pero dice que “son las condiciones del mercado”. Es lo que puede pagar porque la competencia se ha incrementado.
Para Tito Palma, exviceministro de Trabajo, este tipo de contrataciones se denomina “en negro”, la cual se caracteriza por la existencia de contratos irregulares, que “chocan con los derechos constitucionales y legales”.
En el Código de Trabajo no se permite el pago por horas o por día, detalla Palma. “Hay una tendencia a la precarización de las condiciones laborales”. Y un factor que explica este escenario es la sobreoferta de mano de obra. Esto se refleja en el incremento de la población económicamente activa (PEA), según los datos de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicados esta semana.
De acuerdo con esas cifras, 85 394 personas ingresaron al mercado laboral, pero los empleos de calidad no aumentaron. El director regional de Trabajo en Guayaquil, Xavier Sandoval, reconoce que hay incumplimientos de ciertos patronos que ofertan empleos precarios, principalmente los pequeños negocios, sean formales o informales.
Sin embargo, el funcionario resaltó que se está “atacando” el problema. Por ejemplo, se realizan inspecciones a los distintos establecimientos a través de las comisarías de trabajo.
En la Regional de Guayaquil se han efectuado 300 inspecciones entre julio y septiembre pasados. De ellas, en 200 se abrió un proceso sancionatorio y en 40 hubo sanciones por varios incumplimientos con sus trabajadores. Hasta el miércoles pasado, las inspecciones a escala nacional sumaron 5 000, según el ministro de Trabajo, Raúl Ledesma.
Para Gabriel Recalde, del Centro de Estudios de la Política Laboral, la situación “es gravísima”, porque este escenario no solo se registra en Guayas y Pichincha, sino en otras provincias donde los salarios pueden ser más bajos y las condiciones de trabajo más duras.
Sin embargo, Sandoval cree que “probablemente ahora se está dando un efecto dominó porque ha ingresado mucho migrante que ha ofertado su trabajo a costos menores. Estamos atacando el problema, las multas son severas, está disminuyendo esa informalidad”.
El jueves pasado, a través de una página web, se ofrecía empleo para barberos por USD 10 diarios en Guayaquil. Opciones similares se publicitaban para pequeños negocios de otras urbes, como Ambato Riobamba y Portoviejo.
En esta última se ofrecían USD 5 diarios por media jornada, incluido almuerzo.
El directivo de una de esas bolsas de empleo, en Quito, comentó que su plataforma solo conecta a la gente para comprar y vender productos y servicios. Por tanto, “el alcance y modalidades contractuales de las ofertas de empleo que se realizan por parte de los usuarios son responsabilidad exclusiva de las partes involucradas”.
Los empleos que en general más se ofertan en esa página son para los sectores comercial, especialmente ventas; gastronomía, para chef y mesero; atención al cliente en ‘call center’ y marketing.
Enrique Astudillo, de la Confederación de Comerciantes Minoristas y Artesanos, reconoció que en este sector se hacen pagos por día, principalmente los sábados, domingos y feriados. “Es la realidad, no podemos esconderla”. Cree que urge una reunión con el presidente Lenín Moreno para tratar esta situación.
El Director del Centro de Estudios de la Política Laboral cree que se debe hacer una reforma integral al Código de Trabajo. Este observatorio propone establecer un contrato de plazo fijo excepcional y reformar el sistema de contratación individual para quitar rigidez al mercado laboral e impulsar el empleo.