Entre bromas y análisis a la Ley de Comunicación, cinco personajes del derecho, el periodismo y el teatro hablaron de los supuestos contenidos discriminatorios en los medios de comunicación.
El foro se realizó en un espacio abierto, en la Universidad Casa Grande, ubicada en el norte de Guayaquil. Allí participaron Juan Manuel Yépez, editor de diario Extra; Santiago Roldós director de ‘Muégano Teatro’ y Farith Simon, director de la Clínica Jurídica de la Universidad San Francisco de Quito.
También estuvieron Sonia Aguilar; oficial de Información Pública del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados; y Tina Zerega, docente del área de comunicación de la Universidad Casa Grande.
Según Roldós, la razón por la que se está censurando ciertos productos audiovisuales es porque la generación que está al mando del país está “amaestrada en una doble moral católica, donde puedes decir chu… y ándate a la v…, quizás porque son lugares míticos que no remiten al vértigo de la intimidad”. No así la generación que está creciendo y que es educada bajo términos directos de la sexualidad.
El pasado 21 de abril, la Asociación Silueta X, que forma parte de la Comunidad Glbti, junto a otros grupos sociales, presentó una denuncia ante la Defensoría del Pueblo y la Superintendencia de Comunicación (Supercom) para que se analicen tres programas de TV que supuestamente discriminan y crean estereotipos de las minorías sexuales y étnicas.
Roldós cree que los miembros de la sociedad ecuatoriana piensan que el cambio es un problema del otro. Es decir, que es el otro el que tiene que cambiar. Sostuvo que aparte de su proyección proselitista, a ciertas organizaciones no gubernamentales les ha parecido una magnífica idea utilizar una ley “espúrea, como la de Comunicación, para lejos de arreglar una injusticia, empeorarla”.
A esto se sumó el análisis de Yépez sobre lo que sanciona la Supercom. Para él no está claro cuáles son los parámetros con lo que los miembros de esta entidad y los del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación señalan que un producto es discriminatorio, sexista, ya que “confunden mujeres con bikini con pornografía”.
Uno de los ejemplos que expuso fue que aparentemente la Supercom no les ha dado argumentos válidos para rectificar un título y evidencias de que el rotativo ha manipulado las fotos sobre la nota ‘De la reunión a la tumba’. Este artículo fue sobre la muerte de Romeo Rodríguez, rector de la Politécnica del Chimborazo en el 2013.
Para el editor de Extra, la Supercom no cumple con lo que establece la LOC, ya que Carlos Ochoa, superintendente de Comunicación, les dijo que “no hay” carta de los familiares y que “ellos actuaban de oficio”. Por esto, el diario se mantiene en el pedido de la nulidad de la multa. “No está mal asumir errores. Nosotros cuando nos equivocamos tenemos esa responsabilidad”.
Para Simon, la ley de medios es peligrosa. Esto, porque según su criterio, hay conceptos jurídicos indeterminados, vaguedad en el lenguaje y ambigüedad en muchas categorías”, lo cual afecta a la libertad de expresión.