Una duda se instala ya en Ecuador: ¿cuánto durará la tregua papal?

Francisco dejó el Ecuador el miércoles 8 de julio, para continuar su gira por Sudamérica. Foto: EFE

Francisco dejó el Ecuador el miércoles 8 de julio, para continuar su gira por Sudamérica. Foto: EFE

Francisco dejó el Ecuador el miércoles 8 de julio, para continuar su gira por Sudamérica. Foto: EFE

¿Y ahora qué?, parecería ser la duda que atormenta a Ecuador. Luego de la visita de Francisco al país, y una vez terminada la "tregua" entre el gobierno y la oposición, es probable que la calle vuelva a calentarse, a pesar del mensaje del Papa de "unión y paz".

Fueron dos las caras del Papa en su visita de tres días a Quito y Guayaquil. Por un lado, mostró una cierta complicidad con el presidente Rafael Correa, con quien coincide en su discurso centrado en los más pobres y de crítica hacia el capitalismo salvaje. Pero, por el otro, anteayer (7 de julio), en su discurso más político en la misa del Parque del Bicentenario, el Papa abogó por el diálogo y la paz y alertó sobre la "tentación de propuestas más cercanas a dictaduras, ideologías o sectarismos".

La oposición celebró esas líneas como una crítica directa hacia Correa, a quien acusa de autoritarismo. También recalcó la frase que dijo Francisco en el aeropuerto de Quito, donde ofreció todo el apoyo de la Iglesia "para servir al pueblo ecuatoriano, que se ha puesto de pie con dignidad". Para los opositores fue una referencia a los miles de manifestantes que salen desde el 8 junio a las calles para protestar contra las políticas del presidente.

La crisis estalló luego de que Correa anunciara dos polémicos proyectos de ley para aumentar los impuestos a la herencia y a la plusvalía. Pero ello fue sólo la gota que rebasó el vaso. "En realidad la gente protestó por las prácticas políticas de estos ocho años: la concentración de poder, las enmiendas para permitir la reelección indefinida y otras cuestiones", explicó a 'La Nación' Farith Simón, analista de la Universidad San Francisco de Quito.

Correa suspendió temporalmente los proyectos de ley para "preservar un ambiente de paz por la visita del Papa" y llamó a un diálogo nacional. La oposición hizo su tarea y frenó las marchas en todo el país.

El martes 7 de julio, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, señaló en una conferencia de prensa que las reflexiones que hizo el Papa fueron una contribución positiva a la actual situación política del país. Pero luego de la llamada "tregua por Francisco", parecería que todo vuelve a estar como antes.

"Nosotros estamos esperando que el Santo Padre deje el país y vamos a convocar una marcha mañana (jueves 9 de julio), las 17, en la avenida De los Shyris. A pesar del mensaje del Papa, las razones de las manifestaciones no variaron", adelantó a 'La Nación' el asambleísta opositor Andrés Páez, uno de los organizadores de las marchas.

Otro opositor, Marcelo Larrea, líder del partido Democracia Sí, también confirmó al medio argentino que saldrán a las calles. Pero no es seguro que la marcha convoque a miles de personas como en las semanas anteriores.

Esta semana comenzaron las vacaciones escolares en Quito y muchas familias ya partieron hacia la costa. Además, las manifestaciones son autoconvocadas por la gente a través de las redes sociales, a pesar de que la oposición empezó a participar hace poco.

Los analistas consultados por 'La Nación' sostienen que es poco probable que el mensaje de paz y unión de Francisco cambie la actitud de los manifestantes. "No creo que el mensaje de unión cale entre la gente de clase media y clase media alta porque están reticentes a cualquier tipo de diálogo. Quizá sí pueda cambiar el panorama con el diálogo entre el gobierno y los sindicatos y con los gobiernos locales, al que llamó Correa", dijo a 'La Nación' el analista político Luis Verdesoto.

Por su parte, Fernando Patiño, director de noticias de Ecuavisa, se mostró preocupado por el futuro. "La situación antes de que llegara el Papa estaba muy tensa. Se habló de soluciones extremas. Temo por lo que pueda pasar. Si se desatara la furia o pasiones que lograron estar un poco contenidas durante estos días, eso me inquieta", sostuvo.

De acuerdo con Verdesoto, el mensaje que sí puede haber influido, sobre todo en los sectores populares, es "la actitud del gobierno de asociar a Correa con la figura del Papa, de presentarse como muy afín a él y a su mensaje social, pese a los intentos de Francisco de separarse".

Antes de la estadía del Papa -que el miércoles 8 de julio llegó a Bolivia- la oposición criticó a Correa por politizar la visita y usar el mensaje papal sobre la pobreza y la redistribución de la riqueza dentro de la propaganda gubernamental.

Los manifestantes esperan que, inspirado por Francisco, Correa cambie su actitud y baje el tono beligerante. El oficialismo quiere que se acaben los gritos de "Fuera Correa, fuera". Avanzar en el diálogo se prevé como un camino difícil en Ecuador..

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