La Policía destruye una granada con detonación controlada en el Suburbio de Guayaquil

A las afueras de la farmacia vecina los empleados barrieron los desechos y el polvo de la explosión, que dejó un agujero en el pavimento de la acera la mañana de este 26 de enero del 2019. Foto cortesía Policía Nacional

A las afueras de la farmacia vecina los empleados barrieron los desechos y el polvo de la explosión, que dejó un agujero en el pavimento de la acera la mañana de este 26 de enero del 2019. Foto cortesía Policía Nacional

A las afueras de la farmacia vecina los empleados barrieron los desechos y el polvo de la explosión, que dejó un agujero en el pavimento de la acera la mañana de este 26 de enero del 2019. Foto cortesía Policía Nacional

Una granada tipo piña, abandonada en una calle del Suburbio Oeste de Guayaquil, fue destruida mediante una detonación controlada por personal especializado en explosivos de la Policía Nacional, la mañana de este sábado 26 de enero del 2019.

El Centro Zonal Ecu-911 recibió sobre las 07:04 el reporte de un posible artefacto explosivo encontrado junto a un tacho de basura en la esquina de Nicolás Segovia y la A, a pocas cuadras de la iglesia del Cristo del Consuelo.

Según el parte policial, un reciclador descubrió el artefacto en la esquina exterior de una farmacia de la zona. Foto cortesía Policía Nacional

Una granada tipo piña que se encontraba en la acera dentro de un vaso plástico este 26 de enero del 2019 en Guayaquil. Foto cortesía Policía Nacional

Según el parte policial, un reciclador descubrió el artefacto en la esquina exterior de una farmacia de la zona, una granada tipo piña que se encontraba en la acera dentro de un vaso plástico. El área fue acordonada una cuadra a la redonda y agentes de la Escuadra Antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) procedió a la detonación controlada. La Policía investiga quién dejó el explosivo en el lugar.

La noticia del hallazgo de la granada mantuvo expectantes a los vecinos, quienes se aglomeraron detrás de las cintas desplegadas por la policía como parte del cordón de seguridad.

Abraham España, de 53 años, cuya familia reside a pocos metros de donde fue encontrado el artefacto, dijo que la granada de mano mantuvo a su familia alarmada por cerca de dos horas, hasta la destrucción controlada. “Cuando mi hermano se despertó y abrió la puerta, ya estaba acordonada la calle por la policía”, dijo.

En la casa y a las afueras de la farmacia vecina los empleados barrieron los desechos y el polvo de la explosión, que dejó un agujero en el pavimento de la acera.

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