José Vargas (der), subsecretario de la Policía Nacional, aseguró que 90 personas privadas de libertad (PPL) fueron trasladados a áreas de tratamiento especializado para difícil adaptación. Foto: API
La Policía Nacional dispuso nuevas medidas para enfrentar la crisis penitenciaria. Este sábado, 1 de junio del 2019, se anunció que se efectuará una reorganización del control de los centros carcelarios, en función de la conducta de los detenidos.
José Vargas, subsecretario de la Policía Nacional, aseguró que 90 personas privadas de libertad (PPL) fueron trasladados a áreas de tratamiento especializado para difícil adaptación (TEDA), donde tendrán el control de uniformados de unidades especializadas: Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO).
El oficial señaló que entre los detenidos trasladados estarían líderes de organizaciones delictivas, a quienes se los vincula con los hechos violentos que dejaron ocho privados de libertad asesinados, en las últimas dos semanas.
Vargas agregó que se reforzará el control al interior de los centros carcelarios. En esa línea, se anunció que se desplegarán 2 600 policías para “pacificar” los centros de detención de Guayaquil, Cuenca, Latacunga y El Rodeo, en Manabí. Los efectivos efectuarán requisas permanentes y estarán autorizados a hacer el “uso progresivo de la fuerza”.
Además, se anunció que el general Byron Vallejo estará a cargo de la coordinación del control en los centros de detención, en conjunto con la Secretaría Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad. También se designó a oficiales, con el grado de coronel, para supervisar la seguridad de las cárceles de Guayaquil, Cuenca, Latacunga y El Rodeo.
Estas acciones se enmarcan en el Estado de Excepción, decretado por el Presidente Lenín Moreno, para enfrentar la crisis en el sistema de rehabilitación social. Dentro de los 60 días que se establecieron para el efecto, se reorganizará las prisiones para”lograr el equilibrio y la supervisión necesaria“. También se prevé reubicar a los privados de libertad en espacios de baja, mediana y alta peligrosidad.