Geovany Benítez, prefecto de Santo Domingo (izq.); junto al prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja; y al alcalde de Santo Domingo, Víctor Manuel Quirola. Foto: Andrea Medina / EL COMERCIO
Las autoridades de las provincias de Pichincha, en la región andina y Santo Domingo de los Tsáchilas, en la Costa, anunciaron la definición de un tramo de 36,38 kilómetros de límite entre ambas provincias.
Este nuevo acuerdo se firmó este martes 6 de enero del 2015, en Quito. Con esta nueva resolución, el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, indicó que se define uno de varios conflictos limítrofes que la provincia tiene pendiente.
La línea que se definió comprende la cumbre de la cordillera de Zapadores, hasta la confluencia de los ríos San Pablo y Toachi. En esta zona se definió también que el poblado de Chitoa, cercano a la parroquia de Alluriquín, le pertenece a Pichincha.
“Las líneas no son para dividir a los pueblos sino para garantizar a su población”, dijo Baroja. Recordó también que están pendientes los acuerdos con Cotopaxi, Esmeraldas e Imbabura.
Por su parte, el alcalde de Santo Domingo, Víctor Manuel Quirola, mencionó que con esta firma se busca ser un ejemplo para el país, para que también solucionen sus diferencias en este tema.
Geovany Benítez, prefecto de Santo Domingo dijo también que esta es una medida positiva para la región. De igual manera dijo que la provincia tsáchila aún tiene una resolución pendiente con la provincia costera de Manabí y sus límites. Ésta, afirmó, se resolverá en los próximos días.