El asambleísta Washington Paredes revisa los documentos relacionada con el exasesor Raúl de la Torre. Foto: EL COMERCIO
Un mes y medio después de que Petroecuador desvinculara al asesor de Gerencia, Raúl de la Torre, se conocieron nuevos detalles sobre las funciones que desempeñaba en la petrolera.
El asambleísta Washington Paredes, quien investiga las acciones del exfuncionario, mostró una escritura pública entregada por la estatal de petróleos. Allí se dice que entre el 13 de febrero y el 22 de marzo del 2019, el gerente general de Petroecuador, Pablo Flores, entregó cinco poderes especiales a De la Torre.
El primero fue para que “asista y participe como accionista de la Refinería del Pacífico (RP) en una junta general de accionistas, en Quito”.
Nueve días después, Flores le autorizó para que en su nombre y representación “suscriba todos documentos públicos o privados que sean necesarios, dentro de la competencias y atribuciones que tiene RP”.
Ese mismo día le permitió que asista “a todas las juntas ordinarias y extraordinarias de accionistas para tratar diversos temas relacionados con la Refinería del Pacífico”.
El cuarto poder fue otorgado el pasado 19 de marzo, para que a nombre de la estatal petrolera presente una denuncia en la Fiscalía General. “Hay la presunción del cometimiento de un delito, por las irregularidades detectadas en la administración de esa compañía, desde el 7 de enero del 2008”.
Flores también le pidió que comparezca e intervenga en un procedimiento de mediación entre Petroecuador y un consorcio. Esa cita se realizó en la Procuraduría General.
El tema que se trató estuvo relacionado con “la ejecución de un contrato para el sistema contra incendios del Poliducto Esmeraldas-Quito y la Estación de Bombeo Ambato”.
Además, le pidió que siga con ese procedimiento de mediación hasta que se suscriba o niegue el acuerdo.
El caso De la Torre estalló el día de su destitución de Petroecuador, porque ese mismo día el legislador Paredes hizo público que el exfuncionario fue detenido en Estados Unidos con USD 250 000. La justicia estadounidense lo procesó por presunto lavado de activos, porque no habría justificado el origen del dinero.
En ese entonces, Petroecuador dijo que las labores que cumplió eran “exclusivamente de asesoría y no de gestión o administración”. Además, “que la única delegación que tuvo fue con la refinería del Pacífico, que está en proceso de liquidación”.
El pasado 10 de julio, la Subdirección de Talento Humano de Petroecuador envió al asambleísta Paredes un certificado, en el que consta que De la Torre trabajó en dos ocasiones como asesor de la Gerencia General. La primera ocasión fue desde octubre del 2016 hasta junio desde 2017 y luego desde agosto del año pasado hasta junio del 2019.
Esta información fue remitida al legislador, luego de que el 2 de julio pasado enviara un oficio al gerente Pablo Flores. Este Diario ha pedido una entrevista con él desde el 17 de julio pasado y no ha obtenido una respuesta.