El pesebre barroco del convento Santa Clara se exhibirá hasta el 5 de enero en la calle Cuenca y Rocafuerte. Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
Desde este jueves 19 de diciembre de 2019, los visitantes del Centro Histórico podrán disfrutar la belleza de uno de los pesebres más antiguos de Quito.
Se trata del belén que está entre los muros del Monasterio de Santa Clara y que es tan antiguo como ese templo, pues empezó a armarse en 1596. Esta es una representación singular, con más de 400 años de historia y un representante del arte barroco de la ciudad y que se puede observar en el convento, ubicado en la calle Cuenca y Rocafuerte.
En la apertura al público de este tesoro de la capital participó Javier Cevallos, de Quito Eterno. El actor dio la bienvenida a los primeros visitantes con un relato sobre el templo en el que se encuentra el antiguo pesebre y sobre la comunidad religiosa que lo ha habitado por siglos.
Al finalizar, invitó a la gente a visitar el pesebre del convento de Santa Clara, en donde aparecen personajes de la sociedad quiteña de la época y que año a año fue alimentándose de más figuras.
Cevallos, interpretando el personaje del diablo, recordó que en esta ciudad los pesebres suelen tener figuras diversas, incluidos los robots, superhéroes y otros juguetes de los niños de la casa. “Cada diciembre hacemos nacer a Cristo en Quito y así lo traemos a nuestra cotidianidad”, dijo el actor. Así mismo se formó el belén de las clarisas.
La hermana Yolanda Cobos, quien es parte de la congregación de las clarisas, manifestó la alegría que sienten las habitantes del convento de recibir a la gente en su casa. Para ella es muy valioso que quienes asistan puedan apreciar una obra valiosa tanto en lo espiritual como en lo artístico.
Los niños de una escuela quiteña le entregaron la figura del Niño Jesús a los concejales Luz Elena Coloma y Juan Manuel Carrión, quienes serán los priostes de este Monasterio hasta el año próximo.
Desde hoy, los visitantes del Centro Historico podrán disfrutar la belleza de uno de los pesebres mas antiguos de Quito. Se trata del belén barroco que esta entre los muros del Monasterio de Santa Clara y que es tan antiguo como ese templo, pues empezo a armarse en 1596. Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
En este belén aparecen figuras bíblicas como Daniel en la cueva de los leones y hay una representación de Adán y Eva, junto al árbol del bien y del mal. También resaltan escenas como las de mujeres vendiendo tripa mishqui, tejedoras, familias afro, españolas e indígenas en medio de escenarios como una plaza de toros y el Palacio de Carondelet.
Entre las figurillas más representativas está el Ángel o Caballero de la Estrella, quien guía el camino a los Reyes Magos hacia Belén; pero además, dignos de destacar también son los personajes de la sociedad quiteña de la época, representados sin exclusiones, todas ellas cuidadosamente talladas y policromadas primorosamente en la época del esplendor del arte quiteño.
El proceso de construcción de este belén ha sido realizado durante varios siglos. Las piezas que lo componen corresponden y representan a diferentes épocas de la vida quiteña debido a que las hermanas Clarisas fueron agregándolas a lo largo de estos años.
“Lo que queremos exponer en esta ocasión es uno de los belenes más completos de los monasterios de claustro y es una de las expresiones de la sociedad quiteña, la cual, en cada casa alrededor de la novena se sigue armando y ha sido una tradición que todavía perdura”, señala Raúl Codena, director ejecutivo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP).
Las puertas del convento estarán abiertas del 19 al 22 de diciembre; del 26 al 29 de diciembre y del 2 al 5 de enero del 2020. Se podrá ingresar de 09:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00. La entrada cuesta USD 2.