Los principales consejos de los expertos son el lavado de manos, el uso correcto de la mascarilla y el distanciamiento social. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Diciembre trae desafíos para el sistema de salud. El primero, el feriado por la fundación de Quito. Luego, las compras y las reuniones de Navidad y Año Nuevo.
En este mes, los protocolos de bioseguridad contra el covid-19 deben respetarse al pie de la letra y en conjunto, para evitar un contagio masivo. Lo dice Rodrigo Henríquez, especialista en epidemiología y salud pública.
“Al hablar de prevención juntamos una serie de recomendaciones, para potenciar la protección en una comunidad. Mientras más acciones pongamos en práctica, menor será el riesgo”.
A esta estrategia se la conoce como ‘modelo del queso suizo’. Cada consejo de prevención es una rodaja de este queso, que tiene imperfecciones o agujeros.
“Si se cumple con todos los protocolos o se une estas capas habrá una mayor protección, ya que se cubren los orificios y se forma una barrera”, detalla el salubrista y catedrático Esteban Ortiz.
El lavado de manos, el uso correcto de la mascarilla y el distanciamiento social son los principales consejos. Pero hay otros complementarios: ventilación y limpieza de viviendas y de sitios de trabajo. Evitar reuniones, típicas de estas fechas, para no sumar contactos con quienes pudieran ser infectados asintomáticos.
Lucy Baldeón, directora del Centro de Biomedicina de la U. Central, recuerda que en Europa hubo un relajamiento de las medidas. “Los ciudadanos siguieron con sus rutinas, sin usar mascarillas, y además aglomerándose en sitios cerrados; producto de ello se dio un segundo brote”.
Los especialistas coinciden en que solo con el cumplimiento de los protocolos “se oxigenará a los hospitales y se les brindará un respiro a los profesionales de la salud, que están cansados física y psicológicamente”.
Los médicos señalan que las partidas de cuarenta y más encuentros, propios de las festividades, deben hacerse entre personas de la ‘burbuja familiar’. Esto quiere decir, solamente con quienes se convive.
EL COMERCIO conversó con tres médicos y una enfermera que laboran en terapia intensiva. Ellos contaron experiencias vividas en estos nueve meses de pandemia, en los que ya se registran casi 200 000 contagios.
‘Nos sentimos agobiados’
Manuel Jibaja, jefe de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo
La gente se ha olvidado que contagiarse de esta enfermedad puede costarle la vida. Es un muy mal momento para necesitar los servicios de salud, ahora que tenemos más casos en la ciudad. Por reunirse en días festivos, este año hemos recibido a familias completas infectadas y varios de sus miembros terminan en cuidados intensivos. Ha sido duro ver que un padre y un hijo mueren al mismo tiempo. La población debe entender que después de nueve meses nos sentimos agobiados. Mirar de nuevo que las UCI están empezando a llenarse es decepcionante.
‘Enfrenté crisis de insomnio’
Freddy Torres, jefe de Infectología del Hospital Carlos Andrade Marín, del Seguro Social
El trabajo del personal de salud ha sido extenuante en estos meses. Más que en la parte física en lo anímico y mental, ya que hemos visto a muchos pacientes fallecer. Este virus es impredecible, una noche dejamos al contagiado tranquilo, hasta hablando, y al siguiente nos enteramos de que falleció. Tengo a mi esposa, dos hijas de 19 y 11 años y a mi padre, de 73, orgullosos de mi labor. Pero me han visto angustiado, con crisis de insomnio. Por favor, si no se han cuidado… no se mezclen con los abuelos en estas fechas. No olvido a Blanquita, una paciente muy dulce, que murió.
‘Imprudencia lleva a la muerte’
Estuardo Salgado, intensivista de la Clínica Internacional
Hemos sido testigos de dramas. Llegan familias contagiadas porque uno de sus integrantes fue imprudente y visitó a parientes mayores de 65 años o con enfermedades preexistentes, los más vulnerables ante el virus. Un colega muy querido permaneció aislado por su edad avanzada. Pero un día asistió al cumpleaños de un pariente. Estuvieron cinco personas: una de ellas asintomática. Luego de varios días, todos dieron positivo. El estado de salud de mi amigo fue grave; finalmente falleció. Ojalá entendamos que como sociedad debemos cuidarnos entre todos.
‘Nos piden no dejarlos morir’
Jessica Guerrero, enfermera Hospital Martín Icaza, de Babahoyo
Hemos vivido experiencias muy intensas. Hace unos meses los pacientes ingresaban desesperados a las salas de urgencias y nos solicitaban ayuda. Nos pedían que no los dejásemos morir; querían curarse por sus esposos o hijos. Pero hay momentos en los que no se puede hacer nada cuando todo está saturado. Recuerdo a una mujer embarazada que no aceptó ser llevada a otra casa de salud. No podíamos brindarle un espacio para ventilación; se complicó y lastimosamente falleció. La ciudadanía debe cuidarse para ayudar a descongestionar los hospitales.