El padre de Angela Peang es el mayor de 12 hijos y una de sus hermanas es la madre de Michael Lee. Foto: captura
Michael Lee y Angela Peang, un matrimonio que vive en Utah, Estados Unidos, y que esperan su primer bebé, podrían enfrentar hasta cinco años de cárcel y una multa de USD 10 000, debido a que son primos hermanos y las relaciones sexuales en su estado de origen son prohibidas. En esa localidad estadounidense, se penaliza ese tipo de parejas por el temor prolongado a los defectos de nacimiento que se pudieran presentar en los hijos de los involucrados.
De acuerdo con información del diario New York Post, publicada el 8 de enero del 2020, un estudio de la Universidad de Columbia del 2018 señala que las posibilidades de que los primos tengan un trastorno genético son del 4 al 7%, en comparación con el 3 al 4% para las parejas no relacionadas.
El medio señala que los futuros padres, de 38 años, confían en que su pequeño hijo, que llegará el 22 de mayo, nacerá con buena salud, después de que realizaran pruebas para descartar cualquier discapacidad.
Peang contó al medio estadounidense que “tuvieron que hacer sus propias diligencias” porque mucha gente les decía que “es muy arriesgado e irresponsable (…) Hicimos pruebas genéticas y descubrimos que estaba bien que fuéramos padres juntos”, aseguró.
La pareja se casó en marzo del 2019 en el estado de Colorado porque la legislación de Utah también excluye el matrimonio entre primos hermanos, a menos que no hayan cumplido 65 años.
“Nos casamos, no porque seamos religiosos, sino para protegernos legalmente”, dijo Peang al New York Post. Ella tiene tres hijos de su primer matrimonio.
El año pasado, la pareja puso en marcha una petición en Internet y recaudó firmas para cambiar la legislación, ya derogada en numerosos otros estados de EE.UU.
“Mi primo hermano y yo hemos estado enamorados el uno del otro durante toda nuestra vida, pero tenemos prohibido casarnos en el estado de Utah donde vivimos”, escribió Ángela en la petición. “Creemos que la ley está desactualizada y necesita ser cambiada para que podamos legitimar socialmente nuestro amor”.
Michael y Angela se conocieron cuando tenían apenas 7 años. Luego, al ingresar a la universidad tomaron diferentes rumbos y cada uno se casó. Los primos se volvieron a encontrar luego de haberse divorciado de sus anteriores parejas.