Miles de personas dan la bienvenida al papa Francisco (c) a su llegada al monumento a María Reina de la Paz en Port Louise, capital de Mauricio, este lunes 9 de septiembre del 2019. Foto: EFE
El papa Francisco invitó hoy lunes 9 de septiembre del 2019 a dar la bienvenida y acoger a los migrantes, en un discurso proclamado en la isla de Mauricio, donde llegó este mismo día para pasar apenas ocho horas y donde subrayó la convivencia de sus diferentes culturas, etnias y religiones.
En su alocución, el pontífice destacó el “rostro multicultural, étnico y religioso” del país y sobre todo, la belleza “de reconocer, respetar y armonizar las diferencias existentes en función de un proyecto común”.
Francisco recordó que la nación de Mauricio nació con la llegada de migrantes de diferentes horizontes y continentes, portadores de sus tradiciones, su cultura y su religión” y que “con el tiempo supieron enriquecerse con las diferencias”.
La historia de esta isla del Océano Índico demuestra “que es posible alcanzar una paz estable desde la convicción de que la diversidad es bella cuando acepta entrar constantemente en un proceso de reconciliación”, subrayó.
Y agregó que “esta es base y oportunidad para la construcción de una real comunión dentro de la gran familia humana, sin necesidad de marginar, excluir o rechazar”.
Y alentó a que asuman “el desafío de dar la bienvenida y proteger a los migrantes que vienen hoy para encontrar un trabajo y, para muchos de ellos, mejores condiciones de vida para sus familias”.
“Preocuparos de darles la bienvenida como vuestros antepasados supieron acogerse recíprocamente; como protagonistas y defensores de una verdadera cultura del encuentro que permita a los migrantes, y a todos, ser reconocidos en su dignidad y derechos“, aseveró.
El pontífice también llamó a “luchar contra todas las formas de corrupción“. Y en un país que es un conocido paraíso fiscal, instó a promover una política “económica orientada hacia las personas y que sepa privilegiar una mejor distribución de los ingresos, la creación de oportunidades de empleo y una promoción integral de los más pobres”.
Les pidió no “caer en el altar de la especulación y la mera rentabilidad, que sólo toma en cuenta el beneficio inmediato en detrimento de la protección de los más pobres, de nuestro medio ambiente y sus recursos”.
En esta isla, considerada un paraíso por sus playas y su biodiversidad, también exhortó a “implementar una conversión ecológica integral” para “no solo evitar terribles fenómenos climáticos o grandes desastres naturales, sino que también busca promover un cambio en los estilos de vida para que el crecimiento económico realmente pueda beneficiar a todos”.
En la homilía, lamentó que en Mauricio, “a pesar del crecimiento económico”, son “los jóvenes los que más sufren, ellos son quienes más padecen el desempleo que provoca no solo un futuro incierto, sino que además les quita la posibilidad de sentirse actores privilegiados de la propia historia común”.
Tras tan solo ocho horas en la isla, el papa Francisco volverá a Madagascar, desde donde mañana regresará a Roma tras haber visitado también Mozambique.