El 6 de octubre, la Policía se incautó de 1,6 toneladas de droga en el puerto de Guayaquil. Una persona fue detenida. Foto: Cortesía Policía
Los agentes que rastrean a las mafias del narcotráfico en el país están en alerta. Las investigaciones apuntan a una reactivación de estas organizaciones en la región, tras superar la etapa de confinamiento por la pandemia del coronavirus.
Desde enero hasta la fecha, la Policía decomisó 92 toneladas de alcaloides a escala nacional. Este número representa 30 toneladas más de las que se confiscaron en el mismo período del año pasado.
La Policía advierte sobre un mayor movimiento de las bandas en los últimos 75 días. Así lo reflejan las cifras. En agosto, septiembre y en la primera quincena de octubre se embargó más droga que en los siete meses previos.
Según los informes de inteligencia de la Policía, los narcos empezaron a mover el alcaloide que no pudieron trasladar y quedó almacenado durante la pandemia. El negocio ilícito se vio afectado por el cierre de rutas terrestres, fronteras y controles en los puertos.
La información se recoge en un reporte del consorcio de investigación Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). En este informe también se señala que el precio de la droga para el consumidor final en EE.UU. y en países de Europa se triplicó, debido a la menor oferta.
Por eso, los agentes de Ecuador que están tras estas organizaciones narcodelictivas saben que las bandas se apuran para cumplir con las entregas represadas y obtener una ganancia mayor. En los informes de inteligencia se señala que los paquetes de droga que estaban encaletados o en bodegas clandestinas, sobre todo en Colombia, esperaban la oportunidad para pasar la frontera y Ecuador es uno de los países que forman parte de su ruta.
En el vecino país también se han realizado fuertes golpes en los últimos días. De hecho, el jueves, la Policía colombiana se incautó de 14 toneladas de cocaína localizadas en la costa del Caribe. Es el mayor cargamento confiscado en la historia de ese país. Los agentes y la Marina también detuvieron a 10 personas. Esta estructura estaría al servicio de grupos armados irregulares.
El 11 de septiembre pasado, las Armadas de Ecuador y de Colombia decomisaron 2,4 toneladas de cocaína, del grupo Guerrillas Unidas del Pacífico. Se calcula que el cargamento tendría un valor en el mercado ilegal internacional de USD 54 millones.
Giovanni Ponce, director nacional Antinarcóticos (DNA), sostiene quecerca del 50% de la producción de cocaína de Colombia se trata de sacar al extranjero por puertos aéreos y marítimos ecuatorianos. El último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) dice
que en el 2019 se registraron 154 000 hectáreas sembradas de hoja de coca en Colombia.
Hoy existen datos militares que indican un aumento de la producción debido a nuevas técnicas que permiten cosechar la hoja cuatro veces al año; y no solo tres, como se acostumbraba.
Debido al cierre de la frontera colombo-ecuatoriana, desde marzo pasado, las bandas aplican “un trabajo de hormiga” en las zonas fronterizas; sobre todo, en los pasos de Esmeraldas, Carchi, Napo y Sucumbíos, señala Ponce.
El oficial explicó que una vez que se recolectan varios bultos al lado de la frontera ecuatoriana, las mafias trasladan la droga en camiones y camionetas con doble fondo. El punto final son los puertos de Guayaquil, Manta y El Oro, en donde se han reforzado los controles.
Así han logrado frustrar envíos importantes en los últimos meses. Por ejemplo, el 6 de octubre pasado la Policía decomisó un cargamento de 1,4 toneladas de cocaína. El alcaloide estaba en el Puerto de Guayaquil. Un perro entrenado para la detección de drogas olfateó el contenedor que iba a ser enviado a Bélgica. Hubo un detenido.
Otro cargamento se incautó el 13 de septiembre. Ese día, la Policía confiscó 376 kilogramos de cocaína que estaban en el interior de cajas de banano.
El director de Antinarcóticos dice que todas estas operaciones se lograron descubrir por las labores de inteligencia de los agentes especiales.
Los efectos de la pandemia también se reflejan en la cifras de detenidos por narcotráfico. En abril, la Policía retuvo a 134 sospechosos. Ese mes disminuyó la actividad delictiva y, además, los agentes cumplieron funciones relacionadas a la emergencia sanitaria. En septiembre hubo 718.
Algo similar ocurre con las organizaciones desarticuladas. En abril no hubo registros, mientras que en septiembre hubo 23. Otro modus operandi se ensayó durante la pandemia. Lanchas pequeñas sacaron droga a altamar y ahí las anclaban a boyas con posicionamiento satelital. La última intervención bajo esta modalidad se registró el jueves pasado. La Armada halló 25 sacos de yute llenos de droga a 147 millas náuticas de Manta.