El presidente de la Asamblea Nacional (AN) el diputado Julio Borges asiste a una rueda de prensa hoy sábado 16 de septiembre de 2017, en Caracas (Venezuela). Foto: EFE
La oposición venezolana exigió hoy (16 de septiembre del 2017) garantías que obliguen el cumplimiento de acuerdos para comenzar un proceso de negociación con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a fin de superar la crisis del país.
Señaló además que los puntos que se acuerden en una eventual negociación deberán ser sometidos a un referéndum popular que los avale.
El jefe de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges, señaló que al grupo de países amigos acordado esta semana en las conversaciones en República Dominicana (México, Chile, Bolivia y Nicaragua) podría sumarse Paraguay y faltaría un sexto para completar el grupo de garantes.
“Lo que estamos viendo es un triunfo del pueblo venezolano porque la presión del pueblo y la presión internacional obligaron al Gobierno a abrirse a la posibilidad de un negociación, que tiene como fin el cambio democrático del Gobierno“, señaló en una rueda de prensa.
En la reunión en Santo Domingo, que contó con la facilitación del presidente dominicano Danilo Medina y el ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, las delegaciones exploraron una agenda para iniciar negociaciones con miras a superar la crisis.
La oposición repitió sus exigencias que tienen que vercon un cronograma electoral que incluya la fecha de las presidenciales previstas para 2018, la liberación de políticos presos, la solución al problema de desabastecimiento de alimentos y medicinas y el respeto a la Asamblea Nacional, que tiene mayoría opositora y que Maduro desconoce.
Por su lado, la delegación del Gobierno puntualizó que una de sus demandas es que la oposición reconozca la Asamblea Constituyente, un foro dominado por el chavismo que se instaló en agosto tras unas polémicas elecciones, declarando tener poderes plenipotenciarios, la cual ha sido desconocidapor varios países.
“Aquí la meta es cambiar de Gobierno, es cambiar de forma democrática a este país arruinado a un país de progreso. Esa es la meta principal y la más importante”, señaló Borges sobre el objetivo de las negociaciones.
Recalcó que las conversaciones exploratorias no significa que haya comenzado un proceso de negociación, pues no puede ocurrir lo de fines de 2016, cuando el Gobierno ofreció cumplir algunas garantías y al final no aceptó ninguna.
“Ellos prometieron villas y castillas y no cumplieron nada. Si no creamos este seguro, estas garantías para que no vuelvan a vacilar (reírse) a Venezuela, no vamos a dar ningún paso.
Además de estas garantías sobre verificación en cada punto, tiene que darse un referéndum popular que avale cualquier cosa en la que se avance”, señaló.
Por su lado, el jefe de la comisión de Política Exterior de la Asamblea, Luis Florido, señaló que las reuniones en Santo Domingo, las cuales continuarán con una nueva cita el 27 de septiembre, no son un proceso formal de diálogo o negociación sino encuentros “exploratorios”.
Señaló que la oposición insiste en su agenda de exigencias, que comienza por elecciones presidenciales transparentes, democráticas y con un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), ante la desconfianza del actual que es acusado de parcialidad a favor del oficialismo.
“Hasta que no estén acordadas las condiciones, las garantías y la agenda clara, nosotros no vamos a avanzar hacia el proceso de negociación. El inicio de las negociaciones depende de las garantías”, insistió.
Sobre el grupo de países que sean garantes del proceso exploratorio, dijo que está por definirse “un país, que en todo caso sería Paraguay, luego que el Gobierno defina su tercer país”. Las conversaciones del año pasado fracasaron debido a que el Gobierno se negó a aceptar las exigencias de la oposición. Luego las diferencias se ahondaron por las protestas contra el Gobierno entre abril y julio que dejaron más de 100 muertos.