En el ISM International Academy, docentes de décimo año en junta de curso, el martes 2 de julio. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En el aula y en los recreos, aprobar o no el año ha sido el tema de conversación de las últimas semanas. Los jóvenes no hablaban de otra cosa, cuenta la maestra de Estudios Sociales de quinto de básica, Guadalupe Contreras.
Desde esta semana, docentes y autoridades se reúnen para analizar la situación de los estudiantes, uno por uno, y discutir si necesitan un refuerzo.
El año ya finalizó en varios planteles particulares y terminará en los fiscales este viernes 5 de julio, con las evaluaciones de fin del segundo quimestre.
Las clases de refuerzo, que serán desde el próximo lunes 8, abren la puerta a tres oportunidades que tienen los alumnos para pasar el año, una vez finalizadas las clases en el régimen Sierra y Amazonía.
La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) establece que de no alcanzar el puntaje mínimo de siete sobre 10, los chicos rendirán supletorios. Quienes con esa evaluación no obtuvieran esa nota podrán acogerse al examen remedial. Y si así no aprobaran el año tendrán una última oportunidad: el de gracia.
En el Johannes Kepler, el martes pasado se desarrolló la junta de quinto de básica. Los maestros expusieron los logros y dificultades de cada uno de sus estudiantes en las diferentes asignaturas.
Asimismo, de forma grupal, los profesores analizaron características que se repiten en los chicos, en diferentes materias, y plantearon estrategias.
La rectora Jacqueline Ponce explicó que, por ejemplo, los docentes han propuesto la necesidad de profundizar el aprendizaje experiencial, de manera que exista una asociación directa y significativa con los temas. Y que esto genere en ellos el pensamiento analítico, creativo y práctico.
En otro plantel privado del sur de Quito, los alumnos rindieron hasta este miércoles 3 de julio del 2019 los exámenes finales, y desde este jueves se realizan las juntas de curso.
¿Qué viene luego? Desde el lunes, los chicos que no alcanzaron el puntaje mínimo en el promedio de los dos quimestres deberán acudir al refuerzo en sus instituciones.
En ellas se prepararán durante 15 días, para rendir exámenes supletorios o de mejoramiento.
En algunos centros privados como el Kepler, este refuerzo no solo estará dirigido a estudiantes que requieren el supletorio sino que puede tomarlo cualquiera, de manera voluntaria, para mejorar sus promedios. La Rectora indica que al realizarse de inmediato, las clases no interfieren tanto en las vacaciones de los chicos.
Karla Valladares, de 16, dio su examen quimestral de Matemática el martes. Es la materia que más le preocupaba porque le parece compleja. Por eso, cuenta que le dedicó mucho tiempo de estudios. Nunca ha rendido un supletorio y cree que este año tampoco lo hará.
Lo contrario le sucede a Jhon Gualotuña, de 17. Está casi seguro de que se quedará en inglés y en sistemas operativos. La primera asignatura -admite- no le gusta y no la entiende. En la segunda tuvo problemas para entregar tareas.
Para pasar en inglés necesita sacar 10 en el quimestral, pero reconoce que apenas llegará a cinco. Espera no necesitar el examen de gracia.
Según la LOEI, para aprobar el ciclo, con cualquiera de las tres evaluaciones posteriores al fin del año escolar, se debe obtener una nota mínima de siete sobre 10, sin aproximaciones.
Un trabajo de acompañamiento, tanto académico como psicológico, durante todo el año, aporta para que un número reducido de estudiantes deba rendir supletorios, indica Julio Quinteros, coordinador académico del ISM International Academy.
En esa institución, por ejemplo, apenas tres chicos de tercero de bachillerato rendirán supletorios, de una generación de 80, comentó.
Darel, de 8 años, estudia en la Unidad Educativa Mena del Hierro. Está feliz porque hoy rendirá su último examen y empezarán sus vacaciones. Ahora tendrá más tiempo para ir a la escuela de fútbol, a donde asiste todos los días hace más de un año. Esa es su principal motivación para esforzarse por un buen promedio.
En contexto
El año lectivo 2018-2019 finaliza con los exámenes del segundo quimestre. En el país hay 4,3 millones de estudiantes en instituciones educativas fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares. En los planteles fiscales estudian 3,4 millones de chicos.