Agentes de tránsito realizaron los operativos de control en la avenida Rumihurco y avenida Mariscal Sucre, en el sector del Condado, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Desde las 05:45 de hoy, miércoles 12 de febrero del 2020, los 26 agentes civiles de tránsito se reunieron en los patios de la Jefatura La Delicia, en el norte de Quito. Roberto Morales, director de Operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), les indicó que desplegarán un operativo de control a motocicletas en la avenida Rumihurco, más arriba del ingreso a la cooperativa Jaime Roldós.
Estas incursiones se intensificaron desde la semana pasada con el objetivo de frenar los delitos cometidos en motocicletas y combatir la inseguridad, indicó Juan Manuel Aguirre, director de la AMT. Además, de forma paralela se monitorea que los conductores de esa clase de vehículos circulen con licencias y matrículas en regla, llantas en buenas condiciones y sin las placas adulteradas, etc.
A las 06:00 se pasó lista y los uniformados se trasladaron al sitio pactado para la intervención. Ellos arribaron de diferentes sectores del Distrito Metropolitano de Quito. Algunos incluso madrugaron a las 04:00 para llegar a tiempo.
Miguel Taco, de 32 años, salió de su casa ubicada en el barrio La Ecuatoriana, en el sur, para formar con sus compañeros en la parroquia El Quinche. De ahí se trasladaron a la avenida Rumihurco.
A las 06:30, la temperatura marcó los 10 grados centígrados, por lo que Taco utilizó doble pantalón y una chompa gruesa para soportar el frío. Cuando hace fuerte calor, en cambio, utiliza bloqueador solar y gorra.
Efectivos de la Agencia Metropolitana de Tránsito desplegaron operativos de control en la avenida Rumihurco y avenida Mariscal Sucre, en el sector del Condado, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Alexandra García, de 34 años, es la jefa del distrito norte y tiene a cargo a más de 300 agentes de Tumbaco, La Delicia, Calderón y las parroquias rurales. Al igual que la mayoría de sus colegas, ella se despertó a las 04:00.
Le preparó el desayuno a su hija de 11 años y luego se movilizó hasta los patios en donde se concentraron sus compañeros. Ella cuenta que con su niña se han adaptado a la vida de agente de tránsito y coordinan las actividades del hogar juntas. Se comunican por teléfono para los deberes escolares, preparar la comida y los quehaceres domésticos. “Ella estudia en la tarde y eso implica más responsabilidad”.
Taco y García duermen entre cuatro y cinco horas al día. Tienen poco tiempo para hacerlo porque ambos estudian una tecnología en tránsito. Consideran que tener estudios superiores les ayudará a mejorar su posición al interior de la AMT.
Apenas comenzó el operativo, ellos y sus compañeros colocaron los conos naranjas sobre la calzada. Pedían los documentos a los motociclistas y en los primeros 45 minutos seis motos fueron llevadas en winchas a los patios de retención porque sus propietarias no tenían los papeles en regla. Un conductor incluso fue detenido porque cambió la placa para evadir el ‘Hoy no circula’.
“La falta más frecuente es el no uso de las placas, no le gusta a la gente poner las identificaciones. El artículo 389 del Código Penal lo sanciona con seis puntos menos de la licencia”, precisó Morales.
Acotó que los controles se despliegan de forma aleatoria y se planifican los viernes en la AMT. Se realizan en diferentes sitios para evitar que los conductores los evadan.
Pasadas las 08:00, el operativo terminó y los uniformados se trasladaron a otros puntos de Quito para continuar con sus actividades.
Ellos trabajan en dos horarios que alternan cada 48 horas. El primero va desde las 06:00 hasta las 18:00. El segundo desde las 18:00 hasta las 06:00 del siguiente día.