Los padres del informático, Dag Gustafsson y Görel Bini Gustafsson, llegaron al país el pasado 15 de abril. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La situación del ciudadano sueco Ola Bini, detenido en Quito el 11 de abril pasado, se analizará a través de dos vías. La primera son los canales oficiales entre los gobiernos sueco y ecuatoriano.
La Cancillería de ese país tiene previsto reunirse hoy con el embajador ecuatoriano en Estocolmo, Lautaro Pozo Malo. Así lo publicó ayer el medio sueco Expressen.
El segundo escenario en donde será tratado el tema es en la Corte de Justicia de Pichincha. El tribunal, conformado los por los jueces Juana Pacheco, Inés Romero y Fabián Fabara, convocaron a una audiencia para el próximo jueves 2 de mayo, a las 14:30.
El propósito es analizar el recurso de apelación a la prisión solicitado por la defensa de Bini. A través de esta demanda, sus abogados esperan levantar la orden de arresto y sustituirla por otra medida que no sea la privación de la libertad.
El informático de 36 años es acusado por la Fiscalía de atentar los sistemas digitales. Además, ha sido relacionado con Julián Assange, fundador de la organización WikiLeaks.
Para los padres de Bini, Dag Gustafsson y Görel Bini Gustafsson, quienes se encuentran en Quito desde el 15 de abril, la relación del extranjero con Assange no lo convierte en un hacker ni en autor de algún delito informático.
Ellos escribieron una carta abierta en la que solicitaron al Ministerio de Relaciones Exteriores Sueco que intervengan y garanticen los derechos de Bini en el Ecuador.
“Nosotros, como ciudadanos suecos, exigimos que el Ministerio de Relaciones Exteriores y el gobierno demuestren que no se acepta que un ciudadano sueco sea tratado de esta manera en otro país”, escribieron los padres.
Según ellos, durante la detención de su hijo, la Policía no le informó los motivos por los que era arrestado, sino hasta después de 17 horas. Tampoco le habría informado sobre sus derechos constitucionales en su lengua materna.
El cónsul honorario de Suecia en Quito, Ola Ernberg, también se pronunció sobre la forma cómo se dio el arresto de su compatriota. En la audiencia de formulación de cargos dijo estar “algo inconforme por cómo se han manejado las cosas”.
“Una vez que yo llegué, el señor Bini recién pudo tener contacto con sus abogados lo que vulnera sus derechos”, señaló el diplomático.
La Fiscalía, por su parte, informó que los agentes le leyeron los derechos en inglés y en español al procesado. La entidad también certificó que no existe un perito traductor en idioma sueco en el país.
Suecia no se ha pronunciado de forma oficial sobre Bini, aunque un portavoz de Exteriores aseguró a “SVT” que están en contacto con su familia, han recibido la protesta y siguen de cerca un caso que consideran “serio”, refiere la agencia de noticias EFE.
Uno de los motivos de la detención del extranjero fue una denuncia anónima en la que se alertaba de la presencia de un hacker ruso en el país. Esta advertencia fue conocida por la Policía el mismo día que la ministra del Interior, María Paula Romo, advirtió sobre una supuesta red de espionaje en el país vinculada a Assange y conformada por ‘hackers’.
El presidente Lenín Moreno dijo que el extranjero “es una persona a la que se ha sorprendido haciendo ‘hackeos’”.