A ella, como especialista en Educación, usualmente le hacen la misma pregunta: ¿cuál es el colegio ideal para mi hijo? Claudia Tobar, directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje de la USFQ, les responde que el plantel perfecto no existe. Y que padres y madres deben evaluar opciones y compararlas con la personalidad e intereses del niño.
En estas fechas hay un movimiento adicional en los planteles de la Sierra. En algunos se organizan casas abiertas y otros reciben visitas de aspirantes y sus padres. Las familias hacen ‘tours’ por las instalaciones de al menos tres establecimientos para buscar información. Otros llaman o ingresan a sitios web para despejar sus inquietudes en su afán de hallar el colegio ‘ideal’.
Verónica Sagñay acudió al Liceo del Valle (Los Chillos) para la última entrevista con el Rector del plantel. Su hijo irá el próximo año al Inicial 2. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Verónica Benítez y Hernán Sambonino -ambos de 36 años- están en esa búsqueda. El miércoles llegaron a las 12:30 al Saint Patrick School, ubicado en el sector de Ponciano, en el norte de Quito.
Lo hicieron junto a su hija Amelia, quien aspira a un cupo para Inicial 2. El proceso de admisión comienza con la entrevista con las psicólogas y autoridades del plantel.
Esta pareja de esposos fue recibida por la psicóloga Erika Riera. Ella les hizo preguntas relacionadas a la convivencia familiar y de pareja, tiempo destinado a la niña, sitio de trabajo, actividades, entre otras.
Estos cuestionamientos son básicos para conocer a los aspirantes. Así lo reconoce la directora María Augusta Vela.
Ella se encarga de explicarles sobre su filosofía y metodología en las aulas, número de alumnos, seguridad, extracurriculares, etc. A los papás -comenta- les interesa que su hijo no sea un número más. Esa es una de las aspiraciones de la pareja: que su hija tenga una educación personalizada y de calidad. Y esto debe matizarse con actividades académicas, culturales, deportivas y un segundo idioma.
El miércoles no solo recibieron a la familia Sambonino-Benítez. Llegó Carla Calderón, madre de un chico que iría a noveno de Básica. Atraída por el nivel de inglés, acudió a la cita para conocer sobre la forma de trabajo en el plantel.
La búsqueda de un colegio no es tarea fácil. Hay un abanico de opciones, que llega a las 815 instituciones educativas privadas en la capital, según el Ministerio de Educación.
De estas, el 47% (383) se encuentran en el norte (ver gráfico). Hay variedad de costos, desde menos de USD 50 hasta otras que superan los 1 000 y alcanzan los 2 000 mensuales. En los que se ofrece Bachillerato Internacional no se paga menos de USD 500. En el sitio web www.educaccion.ec hay más recomendaciones.
Verónica Sagñay revisó varias alternativas en el valle de Los Chillos, su lugar de residencia. Ella visitó cinco colegios de forma personal y telefoneó a otros. Su plan: alcanzar un cupo para su hijo en el Inicial 2. Lo primero que hizo fue preguntar a sus amigos sobre los centros. Luego evalúo sus intereses y los del niño.
En su caso, la prioridad es la seguridad y un buen nivel de inglés. El Bachillerato Internacional (BI) también pesó en su decisión. Optó por el Liceo del Valle, a un costado de la E35.
Entusiasmada acudió el martes a este plantel para la entrevista con el rector Patricio Cevallos. Él destaca que en su institución hay espacio para la parte académica y cultural, sin descuidar aspectos como el deportivo. Sus fuertes: patinaje, básquet, vóley y más.
A esta madre, además, le interesa que su hijo crezca en un espacio abierto, con profesores que no envíen tareas. “No quiero que en un feriado no podamos salir. Ni hacerlas yo”.
Otros padres escogen por tradición: ellos se graduaron en un colegio y les parece lo mejor para sus hijos.
El costo de la pensión es un factor esencial en la búsqueda de un plantel, reconoce Cristina Trujillo, presidenta el Colegio de Contadores de Pichincha. Y le parece necesario que los padres planifiquen con un presupuesto real. Este tiene que basarse en sus ingresos mensuales, a los que se debe descontar un rubro para alimentación, salud y vestimenta. Y de 5 a 10%, para el ahorro.
Descontados esos rubros, el padre o la madre pueden evaluar opciones de colegios. Por ejemplo, si solo trabaja uno de los padres y gana USD 1 000, lo ideal sería que apunte a uno de hasta USD 150 mensuales.
Esos puntos deben revisarse y probar la opción escogida. Si no funciona, siempre es posible un cambio de plantel.