Ocupación del Centro de Atención Temporal Quito Solidario llega al 7,8%

Las enfermeras Evelyn Herrera y Lorena Morales reciben trajes a  su ingreso

Las enfermeras Evelyn Herrera y Lorena Morales reciben trajes a su ingreso

Las enfermeras Evelyn Herrera y Lorena Morales reciben trajes a
su ingreso. Foto: Diego Pallero / El Comercio

María, una señora de 62 años, cubre su cuerpo del frío con una cobija y tapa su rostro con una mascarilla. Encima se coloca una bufanda. La protección extra es para evitar que la gente se entere que es una paciente con covid-19.

Ella es una de las 29 personas que permanecen en el Centro de Atención Temporal Quito Solidario, que recibe a pacientes con síntomas leves y moderados de la enfermedad.

Este hospital temporal está a un costado del parque Bicentenario y funciona en las instalaciones del Centro de Convenciones Metropolitano. Fue inaugurado el 15 de mayo y los primeros tres pacientes llegaron nueve días después.

Poco a poco, los hospitales del Ministerio de Salud en Quito, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas le han referido más pacientes. De las 60 personas atendidas hasta el viernes, 31 han sido dadas de alta.

Actualmente se ocupan solo 29 camas de las 370 disponibles. Esto representa el 7,8% del total de su capacidad.

María está junto a Rosa, otra adulta mayor que fue derivada del Hospital Pablo Arturo Suárez, por tener síntomas leves. Dice que la atención es buena y que los doctores y enfermeras la revisan tres veces al día. Ella no quiere ir a su casa porque le da miedo contagiar a sus nietas. Vive con ocho familiares en Chillogallo, un populoso sector del sur de Quito, que ahora registra la cifra más alta de contagios.

Las camas están separadas por cubículos de tela con armazón de metal. La readecuación del espacio tomó cerca de cuatro semanas. Parte de esos trabajos, así como la colocación de mampostería, divisiones y cortinas le costó a la administración USD 116 000, según el contrato Emer-Mdm1-SS-2020-010. Además, se recibieron donaciones de entidades públicas y privadas.

El presupuesto que se planificó para la operación llega a un máximo de USD 4 millones, en caso de que se ocupe al 100% los próximos seis meses.

El director del Centro, Javier Salgado, puntualizó que hasta el momento se han invertido USD 900 000 y que, según el actual flujo de pacientes, podrían destinarse hasta USD 1,2 millones hasta finalizar el año.

El rubro servirá para pagar medicinas, equipos de protección para pacientes y personal y gastos administrativos.

Los médicos trabajan por turnos de 24 horas continuas y cinco días libres. Una de las profesionales es Gabriela Villamar, de 38 años, especializada en Medicina Familiar.

Cuando inicia un turno cambia su ropa por trajes lavados y desinfectados que le entregan en el centro. Además, fue capacitada para colocarse y retirarse con cuidado mascarillas, visores y guantes.

Es una de las médicas que ha revisado a Rosa, quien no ha registrado tos ni fiebre ni dolores en los últimos dos días.

En total hay 25 médicos, incluidos dos neumólogos y un cardiólogo, quienes están prestos a actuar en caso de que los pacientes se compliquen. Hay otros especialistas en ginecología y otras áreas que actúan como médicos generales.

Otros 60 profesionales trabajan en enfermería, laboratorio y farmacia. Geraldine Vivanco despacha medicinas. Vino desde Marcabelí (El Oro) a Quito, cuatro meses antes de la emergencia. Ella fue contratada por la Unidad de Salud Sur. No pensó que una pandemia la iba a sorprender lejos de casa.

Todos los días, desde el departamento que renta, se comunica con sus padres mediante videollamada y les cuenta que está bien. Siempre les pide la bendición.

El Centro se apresta a entrar en una segunda fase. En el momento se analizan las carpetas para 230 nuevos profesionales. Eso permitirá tener el personal necesario en caso de que la ocupación de las camas llegue a su totalidad.

El funcionamiento de Quito Solidario no ha estado exento de críticas. La concejala Luz Elena Coloma señaló que el espacio y las camas están subuti­lizados y considera que esto es ilógico si se toma en cuenta que el sistema de salud está lleno, según el propio Alcalde.

Desde el Departamento de Políticas y Planeamiento de la Secretaría de Salud se señaló que hay un crecimiento sostenido de contagios y que se hará una evaluación el 17 de junio, para conocer el impacto que ha tenido el cambio del semáforo de rojo a amarillo.

El miércoles se reportó que 54 personas esperaban por una cama para ser atendidas por padecer covid-19 en Quito.

A esto se suma un reporte del exalcalde Roque Sevilla, quien dijo haber conocido de supuestas irregularidades en el adecuación de las instalaciones. El Municipio hizo una denuncia para que la justicia investigue y determine si hay responsabilidades.

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