Imagen referencial. Las investigaciones se realizaron en 30 establecimientos de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en todo el país. Foto: Archivo EL COMERCIO
En la bodega del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), del Seguro Social, se encontraron medicamentos, insumos y dispositivos médicos caducados. También hay faltantes para tratamientos oncológicos, trombosis, trasplantes de órganos y otras patologías. Eso se conoció este jueves 5 de septiembre del 2019 en la primera lectura del borrador del examen especial que hizo la Contraloría General del Estado.
Las investigaciones se realizaron en 30 establecimientos de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en todo el país.
El documento se denominó Examen especial a las existencias de medicamentos, dispositivos e insumos médicos en las bodegas de los hospitales del IESS, sus procesos de adquisición, distribución y utilización en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y entidades relacionadas. El periodo comprendido fue entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2018.
Uno de los hallazgos provisionales fue que en la bodega de esta casa de salud, localizada en el centro norte de Quito, existen medicamentos, insumos y dispositivos médicos caducados. En total son 87 487 fármacos por USD 411 530. Además hay 100 079 insumos y dispositivos médicos por USD 4,3 millones.
Ambos no se encuentran disponibles y sirven para tratamientos oncológicos, antihipertensivos, antibióticos y gastrointestinales para cirugías oculares, neurológicas y traumatológicas.
Otro de los descubrimientos que hizo la entidad de control es que no se realizaron constataciones físicas constantemente en la bodega y tampoco se efectuaron gestiones para la reposición o pago de 25 843 medicamentos por un monto de USD 365 490 y 27 840 insumos y dispositivos médicos por USD 899 219.
Al no encontrarse estos productos se ocasionó un faltante en el hospital para los pacientes que requerían tratamientos antivirales, oncológicos, trombosis y Parkinson, entre otros.
Una tercera observación que hizo la Contraloría es que no se realizaron los estudios o informes que sustenten las cantidades requeridas de medicamentos adquiridos en esta casa de salud. Tampoco se cumplió con el trámite para el canje de productos médicos ante las casas proveedoras.
En medicamentos, por ejemplo, hubo 354 725 unidades por USD 336 212, que no fueron utilizados para pacientes con síndrome coronario agudo, prevención de trombosis, trasplante de órganos y otras patologías.
Finalmente, la Contraloría determinó que aquellos servidores que salieron de la entidad no suscribieron actas de entrega y recepción de las bodegas. Eso trajo como consecuencia que no se pueda determinar el estado de las existencias, posibles faltantes, control de fechas de caducidad y nivel de rotación de medicamentos, insumos y dispositivos médicos en el HCAM.
En el informe del ente de control además se mencionó que los encargados de la bodega no avisaron oportunamente a las autoridades de la casa de salud con 60 y 90 días de anticipación sobre el faltante o la caducidad de los fármacos y demás insumos, por lo que no se pudo gestionar o tramitar canjes de medicamentos caducados o su reposición.
Adicionalmente se habló de la adquisición de medicamentos de baja rotación, es decir, que no fueron utilizados o que se compraron en exceso. Este es el caso de fármacos cardiológicos, multivitamínicos, hierro y otros.
La Contraloría hará nueve lecturas más para dar a conocer los hallazgos en las bodegas de otros hospitales del IESS. En este informe se habla de cerca de 360 funcionarios vinculados.
Quienes participaron en la lectura del borrador del HCAM podrán presentar pruebas de descargo en los próximos cinco días laborables, a partir de mañana viernes 6 de septiembre del 2019.