El número de afiliados al IESS creció 2% en el 2017

Un local, ubicado en la calle Santiago, al norte de Quito, asesora en trámites tributarios y de afiliación. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Un local, ubicado en la calle Santiago, al norte de Quito, asesora en trámites tributarios y de afiliación. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Un local, ubicado en la calle Santiago, al norte de Quito, asesora en trámites tributarios y de afiliación. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) cerró en el 2017 con 71 555 afiliados más que los registrados el 2016, según datos de la entidad.

Uno de los factores que explica este resultado es que hubo más aportantes sin relación de dependencia que se incorporaron a la seguridad social, según un desglose de las afiliaciones al que tuvo acceso este Diario.

Este grupo incluye a trabajadores y profesionales en libre ejercicio que comenzaron a laborar de forma autónoma, tras perder su empleo formal.

Y otros como Liliana, quien aún no encuentra trabajo, pero que se afilió como empleada sin relación de dependencia para no perder los beneficios a la seguridad social.

En noviembre del 2017 se cumplió su contrato ocasional de dos años en un ministerio público y se quedó sin trabajo. Usa el dinero de la liquidación para pagar el aporte al IESS, pero los recursos están por agotarse. Sola y sin trabajo, la joven debe mantener a su hija de cinco años, costear un hipotecario, la alícuota y el resto de gastos de su hogar.

“He dejado algunas carpetas entre conocidos, pero aún no ha salido nada. Si no encuentro nada hasta febrero no sé qué voy a hacer”.

Los afiliados voluntarios pagarán este año USD 68 si el aporte es sobre la base mínima que es el salario básico. Bajo este sistema el afiliado recibe pensión, auxilio por funerales, asistencia de salud y maternidad, cobertura para hijos menores de 18 años.

Para Byron Solís lo importante era no perder los aportes de cara a su futura jubilación. Por eso en julio del 2017, apenas se quedó sin empleo, se afilió como voluntario. Pero luego de dos meses la falta de ingresos y las deudas le obligaron a desafiliarse. Desde fines de diciembre consiguió un empleo como profesor y cobra por servicios profesionales. Una vez que reciba el pago espera volver a aportar voluntariamente al IESS.

Otra opción es la afiliación con RUC, pero en este caso el aporte es del 20,6% sobre los ingresos que generen. Si el aporte es sobre el básico, el monto a pagar es USD 79,5.

Para la asambleísta Norma Vallejo, miembro de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social de la Asamblea, el aumento de afiliados sin relación de dependencia es preocupante.

Para la legisladora, la principal causa de este incremento es la falta empleo pleno y el aumento del subempleo. Hasta septiembre del 2017 este último indicador alcanzó el 20,5%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. El ente presenta el miércoles los datos a diciembre.

Vallejo recalcó que la afiliación voluntaria tiene desventajas frente a la que se hace bajo relación de dependencia, puesto que su vigencia depende de los pagos puntuales, que en algunos casos es difícil de mantener. Estaba previsto que el viernes pasado, la asambleísta envíe una solicitud para que el IESS explique las cifras de afiliación del 2017.

El segmento de los aportantes en relación de dependencia o que laboran en empresas privadas fue el que menos creció el 2017. Hasta octubre del 2017 apenas se habían incorporado 4 923 trabajadores frente a igual período del año previo.

Pese al aumento aún no se alcanzan los índices del 2015.
La empresa Proquim, por ejemplo, no despidió personal el año pasado, pero tampoco abrió nuevas plazas.

Impactex, que produce ropa, redujo un 50% su nómina el año pasado debido a una caída de ventas. El 2017 registró 105 trabajadores, indicó su propietario Milton Altamirano.

El panorama para este año no es todavía claro. Altamirano considera que las medidas económicas aplicadas por el Gobierno no son efectivas para la reactivación del sector.

Para Patricio Alarcón, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio, el estancamiento de las afiliaciones bajo relación de dependencia a inicios del año pasado es una muestra de que no se generaron nuevas fuentes de empleo.

Las afiliaciones en este segmento crecieron, en especial, a partir de julio. Según Alarcón, esto se explica por una reactivación del sector comercial debido al levantamiento de las salvaguardas y la reducción del IVA, que impulsaron el consumo.

Donde sí hubo importantes incorporaciones fue en el sector público, que pasaron de 616 471 personas registradas a octubre del 2016 a 638 160 en igual mes del 2017.

También aumentaron las afiliaciones de las trabajadoras del hogar o amas de casa. Pero la mayoría de ellas tiene bajos ingresos, por lo que el aporte máximo es de USD 12. El monto que recibe el IESS por este grupo no es representativo.

En los locales que realizan trámites de afiliados el trabajo no se compara con el que tenían hace dos años. “Vienen menos de 20 personas al mes. Antes venían todos los días, pero desde que comenzó esto de la crisis, la gente no tiene trabajo ni plata para pagar afiliación voluntaria”, dice Ivonne Albuja, quien asesora en trámites como la afiliación voluntaria.

A las 12:00 del viernes, 12 de enero del 2018, su local, ubicado en la calle Santiago, atrás del edificio del IESS, lució vacío. En esa misma calle, en el local en el que trabaja Fabián Castillo sucede lo mismo. Hace dos años atendía 50 afiliaciones voluntarias a la semana y hoy solo cinco. Castillo añade que ha percibido que las personas desempleadas desisten de afiliarse voluntariamente cuando no tienen ahorros para pagar los USD 68 mensuales de aporte.

En contexto

Según información del Instituto Nacional de Estadística y Censos, el subempleo se ubicó en el 20,5% a septiembre del año pasado. La entidad presenta el miércoles las estadísticas de empleo cerradas a diciembre del año pasado.

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