Municipio de Quito será parte del equipo de acciones exequiales en caso de muertes por covid-19

El Alcalde escribió en Twitter

El Alcalde escribió en Twitter "El Municipio de Quito se hará cargo de los hermanos que pierdan la vida por este virus, mientras más nos aislemos, menos seremos". Foto: Archivo / EL COMERCIO

El Alcalde escribió en Twitter "El Municipio de Quito se hará cargo de los hermanos que pierdan la vida por este virus, mientras más nos aislemos, menos seremos". Foto: Archivo / EL COMERCIO

El alcalde Jorge Yunda informó mediante su cuenta de Twitter
que el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional resolvió incluir al Municipio del Distrito Metropolitano de Quito en el equipo de acciones exequiales. En su tuit de este miércoles 1 de abril del 2020 incluyó la imagen de un documento firmado por María Alexandra Ocles, directora general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, como Secretaria del COE Nacional.

En el texto se dice que el Municipio colaborará según lo que estipula el Protocolo para Manipulación y Disposición Final de Cadáveres con Antecedentes y Presunción covid-19 Extrahospitalario. Este fue emitido el pasado 24 de marzo y también incluye un Protocolo para Funerales. Este documento está subido en la página web del Ministerio de Salud y señala que las personas que tengan un familiar en estado crítico o fallecido en casa deben comunicarse con el 911. El personal hará preguntas para saber en qué circunstancias ocurrió el deceso.

Si el personal del Centro Regulador de Emergencias y Urgencias
del ECU 911
concluye que se presume que la persona falleció a causa del covid-19, este deberá notificar a Vigilancia Epidemiológica  para que se valide el caso. Luego de la evaluación, se deberá notificar al Distrito de Salud y a un médico de esa zona para que emita el certificado de defunción. En estos casos no se recomienda practicar autopsia, según el documento. Luego, los familiares deberán contratar los servicios fúnebres.

El documento reza que en el caso de pacientes fallecidos por esta causa, "deberá permitirse el acceso a los familiares dentro del primer grado de consanguinidad y/o primer grado de afinidad hasta un máximo de dos personas para una despedida sin establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado". Deberá usar protección personal que le proporcionará el equipo y deberá mantener una distancia de dos metros y solo podrá permanecer con su ser querido cinco minutos.

El Protocolo también establece lineamientos para que el personal de los servicios exequiales trate el cadáver: se deberá mantener íntegro, con catéteres, sondas o tubos, no se le podrá cambiar de ropa ni realizar tareas de tanatopraxia. La manipulación deberá ser mínima y el cuerpo deberá ser envuelto en una sábana en el sitio donde falleció. Enseguida lo colocarán en una bolsa sanitaria biodegradable hecha para transporte de restos humanos. Estas deben ser resistentes a la filtración de líquidos.

Además, el personal a cargo debe ocuparse de eliminar residuos generados durante el proceso y se debe retirar de forma correcta el equipo de protección que debe tener el personal a cargo del procedimiento: gafas, traje de protección, mascarillas N95 o FFP2, guantes y zapatones. Todo debe ser desechado de forma segura. Toda el área deberá ser desinfectada con sustancias de uso hospitalario, que incluyan hipoclorito de sodio. Y se deberá colocar una cinta de seguridad sobre el sello de la bolsa donde se colocaron los restos, para evitar cualquier apertura accidental posterior.

El Protocolo establece también otras causas de muerte por las que se aconseja o debe hacerse, según el caso, el proceso de embolsado. Entre ellas están el VIH, la Hepatitis C, SARS, MERS, influenza porcina, fiebres virales hemorrágicas, entre otras.

Cuando se trata de muertes por otras causas, se podrá realizar servicios fúnebres, pero serán por un tiempo limitado, según informaron empresas funerarias. Este podría ser de hasta tres horas, con un máximo de 20 personas, en una sala grande y con todos los protocolos de distanciamiento social y asepsia dispuestos por las autoridades sanitarias. En todos los casos, las funerarias de Quito se están comprometiendo con los familiares en realizar una ceremonia conmemorativa cuando termine la emergencia sanitaria, pues ahora no se pueden realizar servicios religiosos ni homenajes con música, como se estila en días regulares.

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