El Municipio de Guayaquil instaló una cerca en la calle Loja la mañana del miércoles 7 de febrero. Foto: EL COMERCIO
La Autoridad Municipal de Tránsito (ATM) de Guayaquil ratificó la tarde de este viernes 9 de febrero que el Consorcio Aerosuspendido Poma Sofratesa, constructor y operador del sistema Aerovía, no detendrá la construcción de una de sus estaciones en los predios de la antigua Piscina Pública Municipal, edificio patrimonial del centro de la ciudad.
La entidad considera como “una piscina destruida y abandonada hace décadas” al bien inmueble que abrió una nueva controversia sobre el cuidado del patrimonio arquitectónico de la urbe porteña.
El Municipio insiste que obtuvo informe favorable para el proyecto de parte del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), a través de la resolución de visto bueno No. 021 – 2016 del 17 de noviembre del 2016, detalló. Desde el INPC sostienen que el visto bueno a que hace referencia el Municipio tiene que ver con una resolución sobre temas arqueológicos del proyecto general, y no sobre el patrimonio arquitectónico, ni sobre la Piscina Pública Municipal.
El Instituto ratificó que no ha emitido ningún informe técnico que viabilice la intervención del bien inmueble que se encuentra inventariado en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (SIPCE), declarado Patrimonio Cultural Nacional desde 2011; y que constituye parte de la memoria histórica de Guayaquil.
La paralización de la obra podría incluso detener los desembolsos que provienen de la Agencia Francesa de Desarrollo y atentar contra el prestigio crediticio de la Municipalidad de Guayaquil y su seguridad jurídica, arguye la ATM en un comunicado. “Pretender de hecho, porque de derecho no cabe, dejar insubsistente esa autorización, puede conducir a paralizar la Aerovía, una obra esperada por la ciudadanía de Guayaquil y Durán, que tendrá un impacto positivo en el descongestionamiento del tránsito vehicular”, informó la ATM.
Una inspección de técnicos del Instituto de Patrimonio constató la demolición de la infraestructura interna del inmueble, ubicado en Malecón Simón Bolívar y Loja, en el centro de Guayaquil. Un sector de las paredes y recubrimiento de la alberca también han sido demolidos, manteniéndose hasta el momento las fachadas de estilo republicano moderno. “Las intervenciones que se efectúan constituyen una agresión al patrimonio cultural edificado”, concluye la Regional 5 del INPC en un comunicado.
La regional de Instituto comunicó de la situación al Ministerio de Cultura y Patrimonio, ente regulador, para que tome las medidas pertinentes de acuerdo a la Ley Orgánica de Cultura.
De acuerdo a los informes técnicos del Instituto, es necesario que exista por parte del GAD Municipal de Guayaquil el compromiso de conservación del bloque original y su integración al proyecto. Y solicitará que se presenté una propuesta arquitectónica que contemple la conservación de los elementos patrimoniales aún existentes, principalmente las fachadas.
Una fachada de la Piscina Pública Municipal sobre la avenida Malecón Simón Bolívar y Loja, en el centro de Guayaquil. Foto: Cortesía Observatorio Patrimonial de Guayaquil
En tanto que la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), en cuyo campus Las Peñas se encuentra el edificio patrimonial, una construcción que data de 1929, informó que el área de la antigua piscina se encuentra en proceso de expropiación a favor del Municipio de Guayaquil, que notificó a la universidad sobre la declaratoria de utilidad pública del predio.
“La actual administración de la Espol se suma al interés ciudadano por la conservación de los bienes patrimoniales del país y, con especial ahínco, de Guayaquil”, apuntó la universidad en un comunicado. La Espol ofrece sus buenos oficios y propone un diálogo entre el INPC, el Municipio y la comunidad para resolver la polémica, entendiendo que el progreso de la ciudad “debe incluir al patrimonio arquitectónico y cultural”, concluyó.