Al menos 36 muertos en un atentado con coche bomba en Afganistán

Un hombre afgano es trasladado tras resultar herido en el atentado suicida perpetrado con un coche cargado de explosivos en la entrada de una sucursal bancaria, en Lashkargh, provincia de Helmand, Afganistán, hoy, 22 de junio de 2017. Foto: EFE

Un hombre afgano es trasladado tras resultar herido en el atentado suicida perpetrado con un coche cargado de explosivos en la entrada de una sucursal bancaria, en Lashkargh, provincia de Helmand, Afganistán, hoy, 22 de junio de 2017. Foto: EFE

Un hombre afgano es trasladado tras resultar herido en el atentado suicida perpetrado con un coche cargado de explosivos en la entrada de una sucursal bancaria, en Lashkargh, provincia de Helmand, Afganistán, hoy, 22 de junio de 2017. Foto: EFE

Al menos 36 personas murieron y 59 resultaron heridas hoy, 22 de junio de 2017, en un atentado suicida que se atribuyeron los talibanes delante de un banco en Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, informó la Policía.

Entre las víctimas hay "civiles, maestros, soldados, miembros de la Policía Nacional y de fronteras" que hacían cola para cobrar sus salarios, dijo a DPA Nur Aqa Kintoz, jefe de Policía de Helmand. La mayoría de los heridos se encuentran en estado crítico.

La explosión se produjo justo antes de la festividad del Eid al Fitr el domingo 25 de junio, que marca el final del mes de ayuno musulmán de Ramadán. El Gobierno suele transferir los sueldos y bonificaciones unos días antes para que la gente pueda comprar regalos y comida especial para la celebración.

El jefe del Ejecutivo afgano, Abdulá Abdulá, condenó el atentado, que dijo estuvo dirigido contra "musulmanes inocentes en el mes sagrado de Ramadán". El portavoz talibán Qari Yusuf Ahmadi reivindicó el atentado en Twitter y afirmó que hay 73 soldados y espías del Gobierno muertos.

A las fuerzas de seguridad les llamó la atención el vehículo del atacante y cuando se acercaron a decirle que lo estacionara en otra parte, éste detonó los explosivos. Imágenes del lugar mostraban a las víctimas a las que la fuerza de la detonación había arrojado a varios metros de distancia contra una valla.

Helmand es un bastión de los talibanes, que controlan en torno al 80 por ciento de la provincia. Es común que los extremistas ataquen bancos para matar a empleados estatales que van a cobrar sus sueldos. En febrero se produjo un inciente similar en Lashkar Gah que dejó al menos siete muertos y decenas de heridos cuando un suicida detonó su vehículo junto a uno militar en el que llegaban soldados para cobrar su paga.

A finales de mayo hubo siete muertos y 31 heridos en un banco en la provincia de Paktia. El nuevo atentado coincide con un informe sobre la situación de seguridad de la misión de la ONU en Afganistán (Unama), en el que se subraya que es "intensamente volátil".

La reciente ola de violencia y ataques sangrientos en todo el país puede ser un indicio de un período mucho peor y más frágil, señaló al presentar el informe ante el Consejo de Seguridad en Nueva York el enviado especial de la ONUpara el país, Tadamichi Yamamoto.

Entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, Naciones Unidas registró 6.252 incidentes relacionados con la seguridad, un dos por ciento más respecto del mismo periodo en 2016.

Las zonas más inestables son el este y el sur, con un aumento de un 22 por ciento de los incidentes en comparación con los mismos meses del 2016. También el Departamento de Defensa estadounidense señaló que Afganistán está sufriendo un incremento de la insurgencia violenta.

"El Gobierno afgano sigue controlando Kabul, otros grandes centros urbanos, las principales rutas de tránsito, las capitales provinciales y una mayoría de los centros de distrito", dice el reporte.

Sin embargo, "los talibanes siguen luchando en los centros de distrito, amenazando las capitales provinciales y tomando temporalmente importantes líneas de comunicación en todo el país, especialmente en las áreas de mayor prioridad como las provincias de Kunduz y Helmand", alerta.

A causa de la situación, los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están analizando si enviar de nuevo más tropas a Afganistán. 

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