La mañana del primer día del 2017 dejó como saldo dos muertes violentas en Guayaquil, se trata de hechos aislados, aunque ambos crímenes por arma blanca se produjeron en el sector de la Nueva Prosperina, en el noroeste de la ciudad.
En el primer crimen, los agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) encontraron el cuerpo de Escolástica Sellan Plúas, de 29 años, con una puñalada en el pecho al interior de su casa en el plan habitacional.
Huellas de sangre en la escalera de la vivienda alertaron a los vecinos, que solicitaron la presencia de la Policía, pues habían visto a dos hombres retirarse del inmueble de manera sospechosa, aproximadamente a las 6:00, según detalla el parte policial.
La mujer fue encontrada sin vida, con una herida de arma blanca a la altura del tórax, en la sala de la casa de dos plantas en el bloque E, de la manzana 4553, de Ciudad Victoria.
Las investigaciones de la Fiscalía apuntan a un aparente delito pasional (femicidio), pues el sospechoso del crimen, el exconviviente de la víctima, habría escapado del lugar, según las versiones de testigos.
En tanto que Cristhian León Quiñonez perdió la vida tras recibir varias puñaladas en una riña en el sector de las Cuatro Esquinas, en la Valerio Estacio, también en el distrito de la Nueva Prosperina.
El hombre, de 44 años de edad, quien presentaba heridas de cuchillo a la altura del tórax, el abdomen y una herida cortante en la cara, fue hallado herido por un amigo que lo llevó al Hospital Universitario la mañana del domingo, donde luego falleció.
Mientras que el cuerpo de Édison Xavier Victor Escalante, quien había sido reportado como desparecido, fue encontrado sin vida cerca de uno de los parques de la ciudadela Naval Norte, al norte de Guayaquil.
Víctor, de 39 años, fue visto por última vez cuando salió de su trabajo en el centro de Guayaquil a las 18:30 del viernes 30 de diciembre. Y fue hallado muerto el sábado 31 de diciembre, cerca de las 6:00, aunque su familia tardó en encontrarlo en la morgue policial. “Aún no sabemos si murió producto de la escopolomina o por una obstrucción en la garganta. Estamos esperando los resultados de nuevos exámenes”, indicó Mariela Merchán, la esposa de la víctima.