Manifestantes durante los incidentes que se producen en Barcelona, hoy viernes 18 de octubre del 2019. Foto: EFE
Desde el bloqueo del aeropuerto hasta los volantes traducidos del chino. Tanto en la calle como en las redes sociales, los activistas independentistas catalanes se inspiran abiertamente en técnicas de movilización de los manifestantes prodemocracia de Hong Kong.
Poco después de conocerse el lunes pasado la condena a duras penas de cárcel contra nueve líderes independentistas, 240 000 usuarios de Telegram recibieron un llamado a marchar hacia el aeropuerto de Barcelona.
“Objetivo: paralizar la actividad del aeropuerto de Barcelona”, como ocurrió con el de Hong Kong en meses pasados.
El mensaje fue enviado por una organización llamada Tsunami Democrático.
Por la misma aplicación se distribuyeron cientos de falsas tarjetas de embarque, para superar los controles. No se logró, pero se produjo un gigantesco embotellamiento en los accesos del aeropuerto, el segundo más grande de España, y un centenar de vuelos fueron cancelados.
En Hong Kong, los activistas compraron billetes de avión a bajos precios para ingresar a la terminal.
“Sé como el agua”
Tsunami Democrático finalizó uno de sus mensajes con el hashtag #BeWater (“Sé como el agua”), una táctica de manifestación basada en la imprevisibilidad y la rapidez, nacida en Hong Kong.
El hashtag, una frase que usaba la leyenda del kung fu de Hong Kong Bruce Lee, aparece en las cuentas de Twitter en catalán.
Los Mossos d’Esquadra, la policía regional catalana, han constatado que los manifestantes han utilizado de manera “muy ocasional” punteros láser contra los agentes en Barcelona. Popularizados en Hong Kong, aquí no son “una práctica muy habitual”, declaró un portavoz del cuerpo.
El lema “Hagamos de Cataluña un nuevo Hong Kong” circula también por redes sociales.
“Ahora tiene que estar el pueblo en la calle, todas las revueltas vienen de allí, ¡mira Hong Kong! , dijo el miércoles 16 de octubre del 2019 una manifestante de 62 años, Victoria Santos.
Efectivamente, el movimiento catalán que busca apoyos internacionales en su pulso con Madrid, vio pronto con interés el movimiento nacido en Hong Kong en junio pasado.
“Hong Kong dio el ejemplo otorgando una dimensión global a un conflicto local”, escribió en septiembre el editorialista independentista Jordi Barbetam, en el diario catalán El Nacional.
El uso extendido en Cataluña de la mensajería Telegram “es un aprendizaje directo de las protestas de Hong Kong”, explicó un responsable del colectivo separatista Pícnic por la República, que solicitó el anonimato.
La principal organización civil independentista, la Asamblea Nacional Catalana, brindó formación a sus miembros sobre la utilización de estos canales digitales, que “garantizan la fiabilidad o la confianza del usuario”, según declaró su secretario nacional, Jordi Vilanova.