Los pobladores no dan su brazo a torcer. Saben que la parroquia rural de Alluriquín está en una zona de alto riesgo, pero no quieren evacuar el lugar. Esto, pese a que sus viviendas resultaron con serios daños luego del desbordamiento del río Damas.
Ese afluente inundó el poblado. La corriente cruzó hasta el río Toachi y este también se desbordó y afectó a varias casas de Alluriquín, Pisotanti y Brasilia del Toachi. 370 personas resultaron afectadas. De estas, 70 perdieron sus casas y enseres.
Según el Municipio de Santo Domingo, desde el 2010 se trabaja en un plan para estabilizar los taludes y evacuar a las personas que viven en riesgo.
Pero en el documento de ese plan, solo se habla de evacuaciones y trabajos por posibles derrumbes y no por desbordamientos de ríos. “No se había tenido problemas con los afluentes. Por eso, la emergencia principal era sacar a las personas que vivían cerca de los taludes, pues sus vidas corrían peligro“, señaló Tex Montesdeoca, director de Seguridad Ciudadana del Municipio.
El Cabildo reubicó a 20 familias afectadas por los deslizamientos de marzo del 2015. Se invirtieron USD 163 000 en 20 viviendas. En ese invierno se intentó una reubicación voluntaria. Pero las familias no aceptaron; solo salieron las más afectadas.
San José de Alluriquín comenzó a poblarse en 1970, en medio de los ríos Damas y Toachi. Segundo Garzón, de 66 años, recuerda que la ubicación fue estratégica en ese momento, porque el terreno se prestaba para la ganadería y agricultura. “Aquí nacieron nuestro hijos y tenemos trabajo”.
Cuando el centro poblado se creó, las casas se construyeron en la ribera del Damas. “Teníamos un margen de unos 20 metros. Con ayuda de los vecinos se construyó un muro de protección“, dijo la moradora Fanny Andrade. Pero del otro lado del río se empezó a rellenar el terreno y se cambió el cauce natural del río. En ese sector se instaló un coliseo, que fue albergue temporal, pero con la inundación ya no se usa.
Wálter Molina, técnico de la Prefectura de Santo Domingo, asegura que el desbordamiento se produjo porque en la parte alta del río, a 2,5 kilómetros del poblado, el río se represó con piedras y troncos de árboles. Pero con las fuertes lluvias el río se desbordó.
Un grupo de técnicos del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) hicieron ayer una inspección para determinar las causas del desbordamiento, la afectación de viviendas y las alternativas para la evacuación. Pero Mayra Illescas pide a las autoridades que se descarte la reubicación, y que más bien se construya un muro de escolleras y se encauce nuevamente al río.
Molina le respondió que el río puede volver a represarse en cualquier momento y que las edificaciones que ya tienen daños podrían desaparecer. Con las fuertes lluvias de la tarde y noche de ayer, el Damas volvió a inundar el poblado.
El alcalde Víctor M. Quirola dijo que solo se esperan los informes técnicos para la evacuación final. Para los proyectos habitacionales se usarán USD 300 000. Era el presupuesto de las fiestas cantonales (entre junio y julio) que se suspendieron.