La elección del 2017 marcará la tendencia

Miguel Carvajal es sociólogo y asambleísta por Alianza País. Foto: EL COMERCIO

Miguel Carvajal es sociólogo y asambleísta por Alianza País. Foto: EL COMERCIO

Luis Verdesoto es sociólogo y catedrático universitario. Foto: EL COMERCIO

Como todos los 24 de Mayo, el Ejecutivo alista su informe anual de labores, pero, para este año tendrá nuevos elementos.

En su discurso presidencial, según contaron desde Alianza País, se volverá a usar términos como la de “la restauración conservadora”, que se impuso luego de las elecciones del 23 de febrero del 2014. También se abordarán las dificultades económicas “por factores externos”.

Lo que queda del 2015 será estratégico: se concretará en la Legislatura un paquete de enmiendas a la Constitución que dejará vía libre para la reelección indefinida del presidente Rafael Correa. Además se impulsarán leyes como la que universalizará la seguridad social y otras que plantean cambios a la Ley de Tierras. En este marco, será la Asamblea la que deberá soportar hasta el 2017 la carga normativa y política con proyección electoral, para lo cual aseguran que están preparados.

Pero la oposición pretende crear un gran frente para enfrentar al oficialismo y las primeras muestras se han dado con las reuniones de alcaldes y la creación de frentes políticos de diversa orientación. Dentro de Alianza País están conscientes de que en estos 24 meses se deberán profundizar los logros, aunque reconocen que existe un “desgaste político” natural al poder.

Luis Verdesoto

Sociólogo y catedrático universitario

‘Se buscará la conciliación de tiempos políticos y económicos’

Desde mañana, la política pensará en el 2017, año de elecciones, ¿cómo está manejándose el Gobierno?

En este rato se encuentra en la necesidad de conciliar los tiempos de la economía con los tiempos de la política. Consiguientemente, tratará de cubrir la estrechez económica con una serie de actividades políticas que le permitan básicamente ira bien al 2017.

¿Y cómo?

Si no concilia estos tiempos, va a llevar un endurecimiento progresivo de política. De hecho ha optado por una posición economicista en que es preciso reunir fondos con el sacrificio de ciertos rasgos de su perfil político. Está el tema de la agresión a los maestros, el seguro social. Y eso va a proseguir en el futuro.

¿Pero eso no sería precisamente lo perjudicial?

Lo fundamental para el Gobierno es cubrir la economía porque no sabe otra cosa que generar, obrar y gasto público y desde ahí conservar clientela. Si esa es la única puerta de entrada, no va a tener escrúpulos para sacrificar un poco de la política para cubrir lo que consideran central: permear el grupo social receptor de obra que se ha comportado con cierta lealtad.

¿Y la oposición entiende de lo que se trata el escenario al 2017?

La iniciativa para conciliar tiempo económico y tiempo político la tiene el Gobierno. La oposición está perdiendo tiempo político porque está dejando cerrar demasiadas líneas de acción política. Evidentemente la huelga puede ser el catalizador de las oposiciones. Eso va a permitir el endurecimiento del Régimen en términos de acción política. Y en medio de eso está la venida del Papa.

¿Puede el Papa ayudar a la configuración de esos escenarios?

Si bien es una participación de la sociedad y no del Gobierno únicamente, también es una gran medicina para el conjunto de lugares susceptibles de la sociedad.

¿Cómo mira los tres sectores de la oposición que se han configurado hasta el momento?

Hay dos niveles de oposición: la social y la política. La Unidad, la de los alcaldes, está más cercana de la oposición social y de la dinámica colectiva que se observa en el país, como la convocatoria a la huelga nacional, los sindicatos, los indígenas, la clase media y su espontaneidad. Pero también hay otra que la veo más retardada porque no alcanza a ubicarse frente al tiempo político que corre hacia el 2017. Hablamos de Guillermo Lasso, de la centro-izquierda y la izquierda radical. En el país van a predominar las estrategias políticas de polarización política y social y el Régimen también apunta a eso.

Miguel Carvajal

Sociólogo y asambleísta por Alianza País

‘La evaluación debe ser de todo el proceso de la revolución’ 

Miguel Carvajal es sociólogo y asambleísta por Alianza País. Foto: EL COMERCIO

¿Cómo reflexionan en Alianza País los dos años que les quedan en el poder?

Este año comienza políticamente una recta por el proceso electoral del 2017 y eso será una de las improntas que marcarán el desarrollo de los procesos políticos nacionales. Se acentuarán las tendencias para unificar la oposición y de nuestra parte seguiremos con la continuidad de las políticas públicas en torno a los objetivos que nos hemos planteado.

¿El factor económico no está de su lado?

La evaluación debe ser de todo el proceso de la revolución ciudadana y de los logros integrales que hemos tenido. Pues, a pesar de las dificultades económicas, este año seguiremos fomentando la producción, el desarrollo económico y la equidad social.

La Asamblea reforzará su trabajo en el área social en estos dos años. ¿Lo hacen de cara al 2017?

No podemos legislar en función de la coyuntura electoral. En estos dos años hemos trabajado en más de 30 normas con impacto social como la Ley de Recursos Hídricos o el Código Orgánico Integral Penal. Nuestra génesis será la búsqueda por transformar las estructuras sociales y la producción legislativa será importante.

Hace un año el Presidente le dio un espaldarazo a la reelección indefinida, ¿no han sido capaces de encontrar otros cuadros?

Dentro de AP, la candidatura presidencial es un tema que se seguirá discutiendo en su debido momento. La posibilidad de una reelección del presidente Rafael Correa es muy importante, pero no es la única opción. Dependerá de que se aprueben las enmiendas y de que el propio Presidente acepte.

¿Existe la posibilidad de que Rafael Correa no vaya por la reelección?

En Alianza País se analizan siempre cuales serán las mejores condiciones para profundizar los procesos democráticos y de desarrollo económico. No hemos estado reducidos al cálculo para mantenerlo en el poder o para que alguien acceda a un puesto de representación.

Hace un año el término de la restauración conservadora ya figuraba en su lenguaje revolucionario. ¿La oposición se refuerza?

Donde hay procesos de transformación de los poderes políticos y económicos, siempre habrá resortes para que se exprese la reacción de los sectores afectados. Esto es una constante y no debemos tener una condición distinta.

¿Ven posible repetir en un futuro el éxito electoral que tuvieron en el 2013?

Cuando llegamos al Gobierno nos preguntaban si podíamos hacer las transformaciones que ahora son una realidad. Hay desgaste propio de la gestión y errores que se deben corregir. También debemos ser autocríticos.

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