Cuatro medidas para controlar la pandemia en Quito se reforzarán

Personas acudieron al patio de comidas de un centro comercial del norte, ayer.

Personas acudieron al patio de comidas de un centro comercial del norte, ayer.

Personas acudieron al patio de comidas de un centro comercial del norte, ayer. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El estado de excepción que rige a escala nacional a partir del 16 de marzo termina el próximo domingo 13 de septiembre de 2020, pero la emergencia sanitaria y el riesgo de contagio del covid-19 continúan.

En Quito, el cantón con mayor número de infectados del país, se reforzarán cuatro medidas para controlar la propagación del virus: uso de mascarilla, inspección del aforo en establecimientos (centros comerciales, supermercados, restaurantes, cines), adecuado distanciamiento y correcto uso del espacio público.

Además, se implementarán medidas transitorias relacionadas con la alternación mensual de la restricción vehicular dependiendo de si la placa es par o impar, operación del transporte público, salvoconductos, etc.

Ayer, el alcalde de la capital, Jorge Yunda, anunció que estas nuevas reglas se irán liberando poco a poco, conforme al resultado de los balances que cada 15 días realizarán las autoridades en el Distrito.

Se tomará en cuenta el aumento en el número de contagios, la disponibilidad del sistema sanitario y el cumplimiento de normas de bioseguridad.

Pero ¿qué pasará con el control de aglomeraciones, libadores y fiestas clandestinas una vez que el toque de queda deje de regir?

Según Yunda, los controles se agudizarán con los 5 000 funcionarios municipales que laboran en territorio.

Sobre la realización de fiestas y el consumo de licor, el Alcalde aseguró que el Municipio seguirá controlando el espacio público, lo que incluye sancionar el consumo de alcohol en parques, calles, vehículos, veredas y plazas.

Sin embargo, sin estado de excepción, la autoridad no puede irrumpir en propiedad privada. Por esa razón, el Cabildo apuntará más bien a una campaña de educación sanitaria, de corresponsabilidad y de concientización ciudadana.

Al respecto, Daniela Valarezo, intendenta de Pichincha, recordó que hasta mañana se mantiene aún el estado de excepción, por lo que se verificará que no existan reuniones.

Pero admitió que de aquí en adelante el control de fiestas va a ser complicado. La Intendencia no podrá evitar reuniones en casas privadas, pero sí suspender eventos públicos porque siguen prohibidos.

Valarezo aseguró que se trabajará junto con la Policía y el Ejército para apoyar la labor del Municipio. Se seguirá controlando el uso de mascarilla y los infractores deberán pagar una multa de USD 100. Hasta el jueves, 10 085 personas fueron sancionadas por esa falta.

Paralelamente, desde esta semana empezaron los operativos en centros comerciales y cines para evitar aglomeraciones. Incluso han mantenido diálogos con los directivos de estos espacios para que se controle el aforo.

En los parques, por ejemplo, seguirá prohibido practicar deportes grupales como jugar fútbol, básquet y vóley. 

Yunda añadió que será posible salir a estos espacios para caminar, correr, jugar tenis, entre otras actividades, siempre y cuando se eviten los tumultos, se use mascarilla y se cumpla con el distanciamiento.

Además, se mantendrán los controles de seguridad. La noche del jueves, en La Mariscal, se efectuó un operativo interinstitucional, liderado por la Secretaría de Seguridad, para verificar que los locales cuenten con un protocolo y con autorización. Identificaron que varios funcionaban de manera clandestina y sin bioseguridad.

Fausto Salinas, comandante del Distrito Metropolitano, informó que los operativos de seguridad continuarán y se enfocarán en dos ejes: apoyo a las intervenciones en el espacio público que ejecuta el Cabildo y en la seguridad ciudadana.

Se vigilará el consumo de licor y el porte de armas blancas. Se mantendrá el control del cumplimiento de bioseguridad, para lo cual se mantendrán los equipos de trabajo y la coordinación de actividades.

La resolución emitida por la Alcaldía suspende, temporalmente, la vigencia de las licencias metropolitanas únicas para el ejercicio de actividades económicas a gimnasios, centros de entrenamiento, bares, discotecas, centros de diversión nocturna y similares.

Sin embargo, Yunda dijo ayer que en esos casos habrá una salvedad. Por ejemplo, si un gimnasio presenta un protocolo de bioseguridad y si cuenta con la respectiva ventilación y separación, podría reactivarse.

Con respecto al funcionamiento de los centros de tolerancia, señaló que la labor de la autoridad es precautelar la salud de las trabajadoras sexuales y de los usuarios por lo que el cumplimiento de los parámetros de bioseguridad es clave. “El Municipio está abierto a un análisis para la reactivación de esa rama, siempre y cuando haya certezas”.

El Burgomaestre insistió en que una vez terminado el estado de excepción, es clave la conciencia ciudadana.

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