Según el estudio de la Universidad San Francisco, médicos de la ciudad de Quito dieron positivo para covid-19 en un promedio de 12 a 17 días después de aplicada la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Cuatro médicos, que recibieron la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, resultaron contagiados, días después. Sus muestras nasofaríngeas fueron analizadas en el Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco (USFQ).
Dos de esas muestras fueron sometidas al análisis de secuenciamiento del SARS-CoV-2. El investigador del Instituto de Microbiología, Paúl Cárdenas, cuenta que los médicos de la ciudad de Quito dieron positivo para covid-19 en un promedio de 12 a 17 días después de aplicada la primera dosis de la vacuna y presentaron síntomas leves a moderados.
En el análisis, explica Cárdenas, este lunes 29 de marzo del 2021, descartaron que la infección se haya producido por nuevas variantes del virus, como la londinense que ya circula en el país. Se dio porque las personas no alcanzaron a desarrollar una respuesta inmune protectiva.
Los resultados del secuenciamiento eran los esperados, señala el investigador, debido a que habían pasado pocos días desde que los médicos recibieron la primera dosis anticovid. “Lo que se hace es analizar toda la huella digital del virus, estas letras que conforman su ARN para ver de qué variante es, dónde existen las mutaciones de esta variante del virus, pero descartamos que sea por eso”.
Incluso el médico comenta que una persona puede dar positivo para covid-19 luego de ponerse la segunda dosis. Después de 14 días de la segunda dosis se adquiere la protección, según los estudios internacionales, recuerda Cárdenas.
“Hay que tomar en cuenta ese detalle, porque muchos piensan que si es que una persona se vacuna puede dejar de cuidarse”.
Con la vacuna de Pfizer, explica la epidemióloga Andrea Gómez, casi el 99% de personas que la recibe no fallecería y un 98% no desarrollaría síntomas graves.
Sin embargo, la especialista recuerda que no se ha comprobado que la vacunación evite los nuevos contagios. Es decir, que no está garantizado que una persona que se vacune deja de ser portadora del virus y de contagiar a otras. “Eso todavía no se sabe, por lo que independientemente de si se vacunan o no, necesitan utilizar la mascarilla”.
Cárdenas, de la USFQ, dice que les interesa saber qué variantes del virus pueden ser aquellas que están produciendo que personas que estén vacunadas tengan infecciones. “Recordemos que las variantes de Brasil y de Sudáfrica, por ejemplo, justamente son preocupantes en relación a que pueden hacer que la dosis pierda su eficacia”.
En los estudios, que ya se han hecho en ambos países, anota, se vio que baja la eficacia, pero señala que en Ecuador no tenemos todavía estas variantes. Sin embargo cree importante hacer un análisis de las personas que ya han sido vacunadas.
La Universidad Espíritu Santo (UEES) reportó que, tras la vigilancia genómica del virus durante los últimos meses encontraron que las variantes inglesa y de New York están circulando en Guayas desde febrero del 2021.
De 22 muestras de SARS-CoV-2 secuenciadas, informa la UEES, 20% corresponden a la variante inglesa y 10% a la variante de New York, tratándose además de casos de transmisión comunitaria. Es decir que no se relacionan unos con otros ni se trata de personas que salieron del país.
“Evidencia científica indica que la variante inglesa puede estar asociada a un mayor riesgo de muerte que las variantes preexistentes y que puede burlar tanto la inmunidad natural como la inducida por vacunas. Es decir que podríamos tener casos de reinfección, ya que una infección previa con variantes preexistentes no implica que estemos completamente protegidos de las nuevas variantes”, asegura la Universidad en un comunicado.
En Quito, Cárdenas relata que encontraron la variante londinense en 12% (tres) de 37 personas cuyas muestras han secuenciado.
También analizan muestras de otras provincias como Cañar y Azuay, pero hasta el momento no han encontrado otras variantes en esos lugares.