Más material digital y didáctico, en las aulas

Antonio y Pamela, alumnos del Colegio SEK, usan tabletas en clase. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Antonio y Pamela, alumnos del Colegio SEK, usan tabletas en clase. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Antonio y Pamela, alumnos del Colegio SEK, usan tabletas en clase. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

En las clases del docente Adriel González, del Emdi School, no hay textos. Su material es visual y auditivo. Dramatizaciones, lectura de cuentos, videos o carteles son parte de lo utilizado paracompartir los conocimientos.

La idea es que los chicos escuchen, vean, entiendan, analicen y generen sus saberes. Así, Adriel se despegó de la utilización de los tradicionales libros.

Este es uno de los cambios que se viven en las instituciones educativas particulares, en donde los textos físicos ya no son una prioridad. Ahora, las plataformas o los libros digitales y el material didáctico diferente son los insumos que no pueden faltar en las clases.

Julián Salvador tiene 17 años y está en el tercero de Bachillerato del Emdi. En sus años de estudio en este plantel del valle de Los Chillos, el recurso más innovador que ha usado fue una plataforma digital para escribir partituras musicales.

Con un solo clic, Julián y sus compañeros lograban las melodías deseadas. Esta alternativa ayudaba a reducir el tiempo de creación de los ritmos y potenciar el trabajo en clase. “Fue una opción innovadora”.

Un libro de texto físico no brinda las herramientas necesarias para el aprendizaje de todos los chicos. No les permite producir ni ampliar sus conocimientos. Mientras que el material digital o el elaborado por cada docente satisface las necesidades del alumno, señala Úrsula Benítez, quien es docente del área de Lengua .

Ella, al igual que Adriel, usa diferentes insumos para “atrapar” a sus estudiantes. “Prefieren hacer el material en clase y luego archivarlo en carpetas”.

En otros colegios, el uso de la tecnología es esencial. En el particular SEK, en el norte de la urbe, los adolescentes dan prioridad al uso de tabletas.
Antonio Sosa y Pamela Zumbuhl, de 16 años y de segundo de Bachillerato, prefieren los libros digitales, por la comodidad y la facilidad para buscar contenidos relacionados.

Si el texto está en línea tienen la posibilidad de ubicar palabras no comprendidas o, lo más importante, dicen, conocer el contexto de las diferentes situaciones. Además hay aplicaciones que permiten subrayar ideas principales y luego buscarlas mediante diversas aplicaciones o herramientas.Y pueden almacenar más de 10 libros en la biblioteca digital.

En Ecuador se registra un incremento en el acceso a Internet en las familias. En el 2012 hubo 22,5% de hogares conectados a la Red. Mientras que en el 2017 alcanzó el 37,2%. Es decir, hubo un aumento de 14,7 puntos porcentuales. Lo reportó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La entidad, además, sostiene que la mayoría de los usuarios navega en busca de información y de comunicación.

Pero hay riesgos en el uso de tecnología en las aulas. En ellas hay distractores como chats y redes sociales. Para evitarlos, los docentes requieren capacitarse. Lo explica María Luz Turriaga, quien es parte de Asesoramiento Pedagógico Integral Ecuador (API).

Sosa asegura que en clase las redes sociales no la distraen, ya que se “engancha” con el libro. Otra es la visión de Karla Álvarez, de 16 años y estudiante del tercero de Bachillerato del Municipal Fernández Madrid.

Álvarez sí ha leído textos ‘online’, pero prefiere los tradicionales. Dice que tiene una mayor conexión con los textos físicos que con los digitales.

En el sector fiscal, el Ministerio de Educación implementa la Agenda Digital. Por ahora hay más de 5 000 centros conectados. Y promueve un plan piloto para que alumnos descarguen textos digitales y no usen los físicos, este ciclo.

El material didáctico no se debe reemplazar por lo menos hasta los 15 años, ya que ayuda a concretar la realidad. Por ejemplo -dice Turriaga- el uso de la base 10 en los niños de 8 años es básico, ya que al tocarla entienden que un número está formado por unidades, decenas, centenas y demás.

La experta sostiene también que lo digital seguirá creciendo al estar cada vez más al alcance de todos. Por ello, “el reto de los docentes será combinar la tecnología y lo concreto” en el proceso escolar.

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