En el Complejo Deportivo Toalí se reciben los donativos y se los reparte en Manta. Foto: Paul Rivas Bravo /EL COMERCIO
El cielo amaneció totalmente despejado este martes 19 de abril del 2016, en la ciudad manabita de Manta. Por eso, los militares que custodian el Complejo Deportivo Toalí salen constantemente a ofrecer agua a las alrededor de 600 personas que hacen fila en las afueras para conseguir donaciones de alimentos.
Jorge Bravo caminó dos horas y media desde Las Cumbres, hasta el lugar. Para protegerse del sol en la espera, él y unos acompañantes usaron una mesa de plástico atada a dos troncos de madera.
Cuenta que desde el terremoto del sábado, su casa quedó inservible. Allí viven cuatro familias que suman unas 20 personas. Ahora están durmiendo en carpas.Les dieron información de que aquí pueden recoger alimentos porque lo que tenían en su casa está terminándose.
Homero Coveña caminó hora y media hasta el coliseo y busca comida para las cinco personas de su familia. Su casa está dañada y desde el sábado duermen en el patio. “No hay nada en los mercados. No hay agua en las llaves ni se puede comprar agua en pomas”, relata.
En el interior del coliseo hay decenas de voluntarios que se organizan para armar bolsas con arroz, fideos, atún, etc. Luego lo entregan a los afectados.
Esta mañana llegaron al recinto el presidente Rafael Correa y el vicepresidente Jorge Glas. Inspeccionaron el trabajo y agradecieron a los voluntarios por su aporte solidario.
Una de ellas, quien ha trabajado para Techo, reclamó a la gente que pedía a Correa abrazos y fotos. Les dijo que habían llegado para trabajar y el Presidente le pidió respeto. Ella, molesta, pidió a la gente que recuerde que la prioridad son los damnificados.
En el grupo estaba también la pequeña Juliette, quien se tomó un descanso para probarse unas botas usadas de tacón. Dijo que le pidió a su madre que le lleve porque no podía quedarse en casa si podía ayudar a alguien más.