Nicolás Maduro jura este jueves 10 de enero del 2019 su nuevo mandato como presidente de Venezuela acompañado solo por cuatro jefes de Estado de países vecinos: el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega, el cubano Miguel Díaz-Canel y el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén. A ellos se sumó Anatoli Bibílov, mandatario de Osetia del Sur, un país no reconocido por las Naciones Unidas.
Los miembros de la Unión Europea (UE) tampoco asistieron a la posesión de Maduro. Estos se sumaron al americano Grupo de Lima en su repudio a un nuevo mandato de Maduro. “La UE y los Estados miembros no participarán en la sesión de investidura presidencial hoy”, destacó la portavoz de Exteriores del bloque europeo, Maja Kocijancic, en rueda de prensa.
“Hemos dejado muy claro que las elecciones presidenciales no fueron libres ni justas”, añadió, y recordó “todos los llamamientos de la comunidad internacional, incluyendo de la Unión Europea, para que haya nuevas elecciones en conformidad con los estándares internacionales”.
La UE, no obstante, mantendrá “su compromiso diplomático y político en apoyo de una solución política pacífica y democrática a la crisis en Venezuela, manteniendo abiertos los canales de comunicación con todos los socios relevantes”, puntualizó.
Así, la mayoría de mandatarios se han excusado de asistir a la posesión presidencial del Maduro, tampoco han enviado delegaciones diplomáticas. El presidente ecuatoriano Lenín Moreno señaló ayer, 9 de enero del 2019, que no enviará a ninguna autoridad a Caracas para la ceremonia de investidura, aunque ratificó que la crisis en Venezuela debe ser resulta internamente en esa nación.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó a la investidura de Nicolás Maduro este jueves 10 de enero del 2018. Foto: AFP
Estados Unidos se niega a reconocer la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y promete aumentar la presión sobre el mandatario venezolano, según el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
Entre las personalidades que llegaron a la posesión, está la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Gleisi Hoffmann, ella viajó a Caracas para asistir a la toma de juramento de Maduro, en la que el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro tampoco estará representado.
Hoffmann, senadora que preside el mayor partido de la oposición brasileña, que tiene como líder al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción, dijo que su intención es “llevar el apoyo del PT al pueblo venezolano”.
Mientras estuvo en el poder (2003-2010), Lula mantuvo un firme apoyo al Gobierno de Hugo Chávez y, una vez que el líder venezolano falleció, ese respaldo personal y del propio PT fue heredado por Maduro.
Según la senadora, su presencia en la investidura de Maduro, que no será reconocido como presidente por Brasil y otros países, es también para denunciar “la posición agresiva del Gobierno de Bolsonaro contra Venezuela“, que “es contraria a la tradición diplomática” del país.