En la foto se observa el río Damas y la parte del puente que fue afectada por el agua. Foto: María Victoria Espinosa / EL COMERCIO
Las lluvias que se registraron esta semana en Santo Domingo de los Tsáchilas han dejado estragos en la zona rural y en el centro de Santo Domingo. En la parroquia Alluriquín, el río Lelia se desbordó e inundó ocho viviendas de la zona de San Miguel de Lelia.
La casa de Cecilia Villarroel fue la más afectada. Unos 10 metros de su patio fueron arrasados por el afluente. Ayer, ella recordó que el Lelia empezó a crecer desde el miércoles, pero el viernes se desbordó. “Solo estaba lloviznando cuando escuchamos que el río venía con fuerza. Yo tomé a mis dos hijos y salí corriendo”, señaló.
Por ahora, ella duerme en casa de unos familiares, en Alluriquín. Durante el día regresa a su hogar para cuidar sus pertenencias, debido a que el patio quedó sin cerramiento.
A la comunidad de Lelia también le preocupa que un muro de contención, ubicado en el centro del poblado, sea arrasado si vuelve a crecer el río. Ese muro fue construido en el 2014 por la comunidad, pero la base se encuentra afectada por el desbordamiento del río.
El morador José Quinteros señaló que otro inconveniente son los derrumbes en la vía que conecta a San Miguel de Lelia con Alluriquín. En esta semana ya se registraron cuatro deslizamientos.
Ayer a las 09:00 hubo otro, de alrededor de 300 metros cúbicos. Maquinaria de la Prefectura habilitó el paso a las 13:00. “La vía está en mal estado. En invierno solo se puede ingresar en automotores 4×4 o en moto”, dijo Quinteros.
Antonio Gil, director de Obras Públicas de la Prefectura, señaló que desde la semana anterior se realizó un convenio con la Junta Parroquial de Alluriquín, para que maquinaria del Gobierno Provincial atienda las emergencias viales; a cambio, la comunidad deberá asumir la alimentación de los obreros. “Desde la semana pasada las máquinas que están en el sector han tratado de habilitar la vía. Se trabaja de 09:00 a 18:30”.
El desbordamiento del río Nueva Santa Rosa causó daños en Cotopaxi. Foto: Gobernación de Cotopaxi
Otra de las parroquias afectadas por las lluvias ha sido Santa María del Toachi. Ahí hubo 13 derrumbes durante las últimas semanas.
El agricultor Juan Cabascango señaló que tuvieron que usar vías alternas para llegar a los mercados de Santo Domingo, donde venden sus productos, como piñas, plátano y yuca. “Un viaje en verano, con vías en buen estado nos cuesta USD 20. Pero ahora nos cuesta USD 35 y USD 40. Ahí quedan nuestras ganancias”, señaló.
Según la Prefectura se intervendrán 139 km de vía. En este trabajo, la Prefectura contará con su maquinaria y cerca de 40 técnicos, que harán el rebacheo, principalmente con cascajo, que se obtendrá de una mina del sector.
Los trabajos se iniciarán este lunes en el recinto Montenuevo, luego seguirán en el recinto Mirador, hasta llegar al poblado de Santa María y, finalmente, en el sector de La Curva del Borracho. “Los operadores de maquinaria, vulcanizadores, supervisores y personal de vialidad pernoctarán en el sitio, mientras dura el arreglo de los ramales”, informó Gil.
Las lluvias en el centro de Santo Domingo también produjeron inconvenientes en el sistema de alcantarillado. En la Cooperativa Ciudad Nueva, en el este de la ciudad, una alcantarilla colapsó con la lluvia.
El Municipio señaló que los trabajos para reparar las tuberías empezaron ayer y terminarán el lunes. Ramón Domínguez, director de Obras Públicas del Municipio, señaló que se está extrayendo el agua con un carro hidrosuccionador y luego se reparará la tubería de la zona, que presenta fallas.
En el centro del país
Cotopaxi y Bolívar afrontan el cierre de vías y el desbordamiento de un afluente. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) del cantón Pangua, en Cotopaxi, se reunió por el repentino desbordamiento del río Nueva Santa Rosa. El afluente se desbordó en horas de la madrugada en la parroquia Moraspungo, y causó varios daños materiales.
Según el informe preliminar de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), al sector acudieron los rescatistas del Cuerpo de Bomberos de Pangua y las autoridades de la Tenencia Política de Moraspungo y de la Comisaría.
Pablo Morillo, coordinador Zonal de la SGR, informó que un grupo de técnicos de la institución recorre las zonas afectadas y evalúa los daños por el desbordamiento del afluente. “No se reportan personas heridas ni fallecidas por el desbordamiento”, indicó Morillo.
En Bolívar, la vía Chillanes– Bucay se encuentra parcialmente habilitada, desde el kilómetro 40 hasta el 76. Mientras la vía Chillanes–San José del Tambo está cerrada por un deslizamiento. Los operadores del ECU-911 Babahoyo informaron que las calles de algunos sectores de San Pablo de Amalí y del barrio Norte están cerradas por inundaciones.
En el Guayas
La Prefectura del Guayas confirmó que más de 500 000 m³ de agua han sido desalojados del área agrícola de Naranjal, en Guayas.
En un comunicado, esta dependencia recuerda que hace dos semanas el desbordamiento del río El Mate, alimentado por la crecida del río Bucay, afectó a una zona de 700 hectáreas dedicadas a la agricultura.
“Inmediatamente de conocido el suceso, y sin que sea competencia de la Prefectura, su titular, Jimmy Jairala, dispuso que personal especializado acuda en ayuda de los pobladores afectados”, dice el documento. Con ello, personal de Desarrollo Comunitario instaló una bomba de succión flotante, que desaloja 1 800 m³ de agua por hora.
En contexto
La Secretaría General de Riesgos también evaluó y recorrió el sector denominado El Porvenir, en el cantón Pasaje (El Oro). Mientras que en el cantón Chigue, en Esmeraldas, las familias afectadas por las lluvias recibieron asistencia humanitaria.