Ingreso a la sesión solemne por los 485 años de fundación de Quito. Autoridades rompieron el protocolo por la lluvia. Fotos: Roger Vélez / EL COMERCIO.
Con saltos entre charcos, ministros, diplomáticos, autoridades del Estado y demás funcionarios ingresaron esta tarde al Teatro Nacional Sucre para participar de la sesión solemne por los 485 años de fundación de Quito.
Los paraguas no cubrieron a los invitados, al punto de que los de menor rango no tuvieron más opción que usar sus chaquetas para tratar de cubrirse y correr, entre la plaza que separa al Teatro de la calle Guayaquil.
Una media hora antes de la sesión, cerca de las 16:30, la lluvia disipó a muchos curiosos y a los policías metropolitanos que habían montado un cordón de seguridad; incluso la calle de honor que se formó en el sitio para recibir a los invitados fue disuelta. La banda municipal recogió rápidamente sus instrumentos y no volvió a tocar más.
Los ministros de Finanzas, Richard Martínez, de Telecomunicaciones, Andrés Michelena, varios embajadores ingresaron corriendo al Teatro, tras desembarcarse de los vehículos oficiales.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, también tuvo que aligerar su paso, aunque sus escoltas la cubrían con dos paraguas.
Solo el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, quien llegó acompañado de su esposa, fue uno de los pocos en salvarse de la lluvia por cuestión de segundos. Pero fue salpicado con papel picado por un grupo de quiteños.
El presidente de la Asamblea, César Litardo, legisladores como Pabel Muñoz, del correísmo, el presidente de la Corte Constitucional, Hernán Salgado, el arzobispo auxiliar de Quito, Danilo Echeverría, también ingresaron.
El presidente Lenín Moreno y su esposa Rocío González llegaron, pese a que no estaba prevista su presencia en esta sesión, que empezó puntualmente, a las 17:00 y, a la que solo se pudo ingresar con invitación.