Imagen aérea de las piscinas de lixiviados en el relleno sanitario de El Inga, en Quito. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
El contrato por USD 549 675 se firmó por emergencia el 14 de julio de 2020. El objetivo era que en 60 días los lixiviados, que es el líquido que resulta de la descomposición de la basura que sale de Quito, recibieran un tratamiento físico-químico que los convirtiera de sustancias tóxicas a desechos ambientalmente manejables.
Hasta la tarde de este lunes 31 de agosto de 2020 han pasado 48 días y el trabajo no ha comenzado. Los lixiviados siguen almacenados en 11 piscinas del relleno sanitario de El Inga, ubicado en el sur oriente del Distrito. La Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), a cargo de su manejo, analiza la terminación por muto acuerdo del contrato con la empresa Villacapria, beneficiaria de la obra.
Según Juan Carlos Villacís, representante de Villacapria, la razón para terminar el contrato es que Emgirs no ha desembolsado aún el anticipo, que debía hacerlo en los cinco primeros días. “No hay las garantías técnicas ni económicas para que se lleva adelante la obra”, asegura. El ejecutivo señala además que las condiciones químicas del lixiviado han variado después de estar más de ocho meses almacenados en El Inga.
“Desde el 4 de diciembre no se han hecho tratamiento. Hay una obligación contractual sobre la restitución de los lechos de secado y secado de los lodos, que muy difícilmente se llegará a la garantía nueve de toxicidad”.
Es decir, el hecho de que los lixiviados no han recibido tratamiento ha generado que sus niveles de corrosión aumentaran y con ello la toxicidad, ya que estas sustancias están compuestas de químicos como el cianuro, sulfato, mercurio y cobaltos, altamente tóxicos para el ambiente. Ante este panorama, la contratista no podrá entregar lodos en los niveles de toxicidad aceptables, según lo acordado.
El contrato sobre el tratamiento de los lixiviados fue terminado de mutuo acuerdo entre el Municipio y la empresa adjudicada. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Villacís asegura que el proceso de la terminación unilateral del contrato ha avanzado y ya cuenta con un informe favorable de parte de la Emgirs. En los próximos días se podrá echar abajo el acuerdo sin que esto signifique que la Alcaldía deba desembolsar dinero extra.
Sin embargo, al no realizarse estos trabajos de mitigación ambiental, la Emgirs debe impulsar un nuevo contrato o realizar el tratamiento de los lixiviados por cuenta propia. Este Diario solicitó a la Empresa Metropolitana una entrevista, pero se informó que el miércoles 2 de septiembre entregarán las respuestas.
El pasado 28 de agosto, la nueva gerenta de la Emgirs, María Gabriela Dávila, declaró en emergencia la institución. Se trata de la cuarta vez que se resuelve esta declaratoria. En este caso, la representante cita como argumento la necesidad de contar con los recursos técnicos y financieros para solucionar la situación de los lixiviados.
En la declaratoria, Dávila afirma que “ante la compleja situación técnica del tratamiento de los lixiviados es menester implementar y ejecutar de manera inmediata todas y cada una de las acciones tendientes a solucionarlo”.