León Roldós señaló en una carta que el 12 de marzo recibió la vacuna contra coronavirus, en las instalaciones de la Universidad Espíritu Santo (UEES). Foto: Archivo / EL COMERCIO
León Roldós Aguilera, exvicepresidente de Ecuador, exparlamentario y excandidato presidencial, se pronunció la tarde de este lunes 22 de marzo de 2021 por la inmunización contra el covid-19.
De 79 años, Roldós señaló en una carta que el 12 de marzo recibió la vacuna contra coronavirus, en las instalaciones de la Universidad Espíritu Santo (UEES). El exrector de la Universidad de Guayaquil envió una copia de esa misiva a EL COMERCIO cuando buscamos una versión.
A continuación, la transcripción textual de su carta:
“Mi madre, Rosa Victoria Aguilera, tuvo un accidente el 21 de julio de 1942. La llevaron de urgencia a la Clínica Edmundo Vera, le faltaba semanas para dar a luz, le practicaron una cesárea, para extraer al hijo, que soy yo. Ella por la hemorragia y su grave desbalance, falleció.
Tuve varios problemas congénitos – severa parálisis facial y otros- que con los años los fui superando o me adapté a las circunstancias. Uno de esos problemas, fue un septum interventricular en el corazón, desproporcionado. El septum lleva a la formación en el corazón de dos cámaras una izquierda y una derecha. Tiene forma triangular, de base superior en concordancia con las aurículas, y vértice inferior, en relación con la punta o ápice. Se extiende desde la pared anterior del miocardio (a nivel del surco interventricular anterior) para terminar insertándose en la pared inferior del corazón (a nivel del surco interventricular posterior). En la edad adulta, normalmente, es de 10 a 12 mm, en mi caso sobrepasó a los 18 mm.
Con los años se me complicaron problemas circulatorios y respiratorios, con síncopes repetidos. Me sometí a varios tratamientos, con marcapasos y controles máximos. En julio del 2014, debí tomar la decisión, o el riesgo de una muerte súbita, o una cirugía de corazón abierto de la magnitud que se requería. Por mi cuadro de salud, no calificaba a seguro médico alguno. Amigos me ayudaron a aplicar a un programa de la Cleveland Clinic en Cleveland, sólo asumiendo un segmento de costos.
En la operación me cortaron el septum retirando lo que se rebanó. Al alterarse los tejidos del corazón, tuvieron que sustituirme la válvula aórtica y la mitral, armando las nuevas con tejido bovino.
Puedo enviarles información médica abundante sobre la cirugía a que me sometí y sobre los mayores riesgos de quienes tienen válvulas sustitutas, en caso de COVID 19. Y sobre los riesgos de producirse coágulos como consecuencia de esa enfermedad.
En las circunstancias indicadas decidí consultar si podía vacunarme en EE. UU. de hecho adquirí pasaje. La respuesta fue que no, salvo residencia u otra forma de vinculación, entre las que no estaba haber sido operado en Cleveland.
Fui informado, por los medios, de la apertura de inscripciones para vacunaciones a partir del lunes 15 de marzo; y, por el doctor Aguirre – el 10 de marzo – que el Club Rotario estaba canalizando una vía de inscripción, por lo que le envié mi información personal y la de mi historial médico –si ustedes desean, también se lo envío-.
El viernes 12, a las 10h00, me informaron que debía estar en el local de las UESS, antes del mediodía.
El lunes 15 conocí que era un caos el proceso de inscripciones.
No hice gestión alguna para una vacunación preferencial, a pesar de mi muy elevada vulnerabilidad, con riesgo de muerte, ante el COVID 19. Otros ecuatorianos puede tener cuadros de mayor riesgo, sin duda, pero el sistema de salud del Ecuador de colapso, por la corrupción de más de una década nada protege.
Y sobre el COVID 19, a nivel universal, no hay sino la vacuna por las vías establecidas por los gobiernos”.