Moreno dice que el dedo apunta a Glas; Legislativo se vuelve clave

nrique pesántez/ EL COMERCIO Lenín Moreno participó en una concentración política en Guayaquil.Lo acompañaron José Serrano y Ricardo Patiño.

nrique pesántez/ EL COMERCIO Lenín Moreno participó en una concentración política en Guayaquil.Lo acompañaron José Serrano y Ricardo Patiño.

Lenín Moreno participó en una concentración política en Guayaquil. Lo acompañaron José Serrano y Ricardo Patiño. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

El presidente Lenín Moreno reconoció que la carta escrita por el vicepresidente Jorge Glas fue el detonante para quitarle las funciones.

Fue “ofensiva” y no respondía al comportamiento que debería tener un compañero, comentó Moreno en un acto que se desarrolló el viernes 4 de agosto del 2017 por la tarde en Guayaquil.

“No se puede tolerar la grosería (...). Lastimosamente ingeniero Jorge Glas, lastimosamente el dedo apunta cada vez más hacia usted. Lo único que hace ese tipo de comportamiento es corroborar lo que se está planteando”, dijo Moreno.

Esto en referencia a las críticas que se han levantado contra Glas, luego de la difusión de audios filtrados donde se lo menciona como parte de una supuesta trama de entrega de sobornos. Y también a un informe de Contraloría donde se establecen indicios penales en la adjudicación de un campo petrolero. Este último caso abrió una puerta para procesar penalmente al Vicepresidente.

Pero para formular cargos, la Fiscalía necesita de la autorización del Pleno de la Asamblea. Hacen falta los votos de al menos 91 legisladores. En la actual Asamblea ninguna fuerza tiene ese número de curules.

El oficialismo cuenta con 74 escaños (50 de Alianza País y 24 de aliados). “Si hay pruebas cumpliremos con los procesos legales”, dijo el asambleísta de País, Daniel Mendoza.

La oposición, en cambio, tiene 63. Ahí se incluyen los votos de Creo, el Partido Social Cristiano (PSC), SUMA, Pachakutik, Izquierda Democrática, Fuerza Ecuador, Sociedad Patriótica, un independiente y movimientos locales.

Por ahora, según Roberto Gómez A., jefe de bloque de Creo, se están analizando los escenarios para que el juicio no sea archivado, como ya ocurrió con el primer intento.

Para que el Vicepresidente sea procesado política o penalmente, las fuerzas tendrán que cabildear por una mayoría.

Alianza País se adelantó a decir que los 74 legisladores se mantendrán unidos. A través de un comunicado de prensa enviaron un mensaje: “No estamos en venta, nunca asistiremos a una reunión con manteles de por medio. Señor Gustavo Larrea, no recibiremos ni sus llamadas ni a sus emisarios. Deje de tomarse el nombre del presidente Moreno para sus protervos intereses”. Este Diario intentó comunicarse vía telefónica con Larrea (exministro de Rafael Correa), pero no hubo respuesta.

José Serrano, presidente de la Asamblea, anunció que parte de un acuerdo al que llegó el bloque fue pactar una reunión entre el presidente Lenín Moreno y Jorge Glas, para zanjar las diferencias.

El viernes, el titular del Legislativo acompañó al Primer Mandatario en Guayaquil y aprovechó para entregarle ese manifiesto. Fue en una concentración que se organizó en los bajos del Ministerio del Litoral. Se colocó una tarima con pantalla gigante. En el escenario también estuvo Ricardo Patiño, consejero presidencial, y llegaron cientos de simpatizantes.

Moreno agradeció a las personas, pero les dijo que no necesita apoyo político. Más bien, el respaldo “para combatir la corrupción”.

Antes de ese acto, Serrano y Moreno estuvieron en la entrega simbólica de 2 060 créditos de Desarrollo Humano.

En su discurso, Moreno recordó que se negó durante tres meses a ser candidato a la Presidencia. Y que esa postura la conocían todos en Alianza País, pero que fueron ellos los que insistieron.

Luego, criticó duramente la forma de hacer política. La calificó de “sucia y falsera”. Resaltó la importancia de enseñar a las nuevas generaciones principios.“Inculcarle valores desde temprana edad para que no adquieran mañas y se hagan políticos después. Inculcarle valores de solidaridad, transparencia, lealtad bien entendida, no la lealtad de la mafia”.

Un mafioso y otro mafioso son leales -agregó- pero están robando a la sociedad. “No a la lealtad mal entendida. Honestidad, trabajo, proactividad, puntualidad, esa es la práctica de valores que compone la formación desde temprana edad del niño”.

Por la mañana, la crisis política que vive el oficialismo convocó a la directiva de Pichincha, en Quito.

Gustavo Baroja, como director Provincial, hizo un llamado de atención a Moreno y al expresidente Rafael Correa. “Pedimos que retomen el diálogo de forma inmediata... que haya mesura porque eso garantizará la unidad de la organización”.

Pero el exmandatario siguió con sus críticas desde Twitter. “Son traidores a la Revolución y a la Patria. Lo que hace este Gobierno: mentir, mentir y mentir. Otra forma de corrupción”, escribió.

Edwin Miño, director del Distrito Rural, se manifestó en un tono similar. Él estuvo junto a Baroja en el pronunciamiento. Considera que Moreno debería disculparse públicamente ya que la militancia se ha sentido ofendida con el comentario que hizo el Presidente de que de a poco se dejará el comportamiento “ovejuno”.

‘El momento político es distinto’

Juan F. Guerrero
Especialista en derecho procesal y
constitucional.

El enjuiciamiento penal o político contra el Vicepresidente debe pasar por una serie de filtros. En el caso del político se requiere un petitorio, el análisis del CAL, el pronunciamiento de la Corte Constitucional y de una mayoría calificada en el pleno de la Asamblea. Con relación al primer intento de juicio que fue archivado, ahora el momento es distinto. Hay una crisis política en País. Habría que ver si la ruptura es tan fuerte como para que se logre los votos suficientes contra el Vicepresidente. En lo penal, la Fiscalía también requiere de la autorización de la Asamblea para formular cargos. Y ahí se topará con el escenario descrito.

En contexto

Los enfrentamientos entre el presidente Lenín Moreno y el vicepresidente Jorge Glas desembocaron en una crisis política en la Función Ejecutiva. A esto se suman los indicios en contra de Glas cuyo procesamiento depende de la Asamblea.

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