Las asambleístas Diana Peña y Dora Aguirre representan a migrantes en América Latina y Europa, respectivamente. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Hasta ahora, la única ley que ha sido propuesta por los asambleístas de este periodo (2013-2017) que representan a los ecuatorianos residentes en el exterior ha sido la de Movilidad Humana. Se procesó conjuntamente con personal de la Cancillería.
Se espera que este cuerpo legal sea aprobado, a más tardar, a mediados de noviembre. Se creó una subcomisión dentro de la Comisión de Soberanía, Relaciones Internacionales y Seguridad, en donde se trata el proyecto, según Dora Aguirre, quien representa a la circunscripción de ecuatorianos en Europa, Asia y Oceanía.
La Legisladora informó que esta subcomisión ya presentó un borrador del informe, que fue tratado el miércoles. El análisis continuará allí hasta que esté listo para someterlo a votación y luego enviarlo al Pleno para primer debate.
El cargo de asambleísta por los migrantes se creó en la Asamblea Constituyente del 2008. Y según una de las legisladoras que participó en la construcción de la nueva Carta Magna, María Paula Romo, fue planteado porque los migrantes son parte del país aunque vivan lejos. Además, sus remesas son un aporte fundamental para la economía. Por ello se vio la necesidad de que tuvieran representación política.
Sin embargo, Romo señala que su tarea no es sencilla y sus propuestas no deben ser desproporcionadas. No pueden hacer leyes que resuelvan problemas como la burbuja inmobiliaria en España o la ley migratoria de EE.UU., por ejemplo. Pero pueden vigilar el funcionamiento del plan retorno, los trámites que deben hacer si vuelven, cómo están los servicios de consulados, etc.
Además, su función es lograr que en cada ley “transversalicen” derechos y obligaciones para ecuatorianos en el exterior y todas las personas en movilidad humana, según Aguirre. Hasta ahora se ha incluido artículos relacionados con estos grupos en unas 35 leyes de la Asamblea, agrega.
Se han enfocado en áreas como seguridad social, acceso a la educación superior, bachillerato a distancia, deporte, transporte, derechos de niños, mujeres, personas con discapacidad, etc.
Aguirre y Diana Peña, quien representa a la zona de América Latina, El Caribe y África, destacan el Código Monetario y Financiero, que establece una garantía obligatoria para el acceso al sistema financiero, con requisitos diferenciados, y crea sistema de garantía crediticio.
Actualmente, la figura de los asambleístas para migrantes está en debate en la Asamblea. La legisladora Ximena Peña, quien representa a Canadá y EE.UU., propone un cambio en la Ley de la Función Legislativa, para que puedan permanecer entre dos y tres meses en las circunscripciones a las que representan y que cuenten con viáticos para poder viajar al exterior.
Pero la asambleísta Verónica Arias, de Loja, plantea que esa figura y la de asambleísta nacional se eliminen con enmienda constitucional.
Actualmente hay seis legisladores por los ecuatorianos residentes en el exterior en funciones y todos son oficialistas. Su sueldo (USD 5 009 al mes) y los valores que reciben por viajes autorizados en la Asamblea son iguales a los de los 131 restantes.
Ximena Peña sostiene que permanecer entre dos o tres meses al año en sus circunscripciones y enviar a su alterno al Pleno sería una buena opción para visitar a sus representados y plantear propuestas en el Legislativo que resulten de reuniones con ellos.
Pero Arias afirma que su propuesta no implica restar derechos de los migrantes ni es un tema personal en contra de los asambleístas que los representan.
Para ella, si todos los asambleístas son provinciales, los migrantes podrán votar por aquellos de la última provincia en la que vivieron.
Para Arias, no es necesaria una división de procedencia, porque la Constitución manda que todo asambleísta debe actuar con sentido nacional. Además, su trabajo se complementa con políticas públicas del Ejecutivo. “Existe un viceministerio de movilidad humana que canaliza lo relacionado con los migrantes”. Y agrega que se debe considerar que su voto es facultativo, pero en el país es obligatorio.
Sin embargo, según Aguirre, los migrantes reclaman la presencia de sus legisladores y por ello usan los recesos legislativos para viajar. Los asambleístas intentan responder a esos pedidos a través de grupos de WhatsApp o Facebook, videollamadas o correos electrónicos, explica Diana Peña.
Al respecto, Blanca Ortiz, quien fue asambleísta de migrantes en el periodo anterior, considera que la propuesta de Ximena Peña muestra una visión individualista, porque no toma en cuenta que se debe trabajar con las organizaciones sociales y con los alternos.