La jueza Silvia Carpanini de Génova redujo la pena del ecuatoriano porque le conmovió su caso. Foto referencial: Picabay
“Hay asesinos y asesinos, incluso un asesino de alguna manera u otra puede dar lástima” dijo la jueza Silvia Carpanini de Génova, Italia, al hablar de la sentencia de 16 años de cárcel que dictó el 13 de marzo del 2019 en contra del ecuatoriano Javie G., procesado por el femicidio de su esposa. El fallo de la magistrada no acogió el pedido de la Fiscalía que solicitaba 30 años de reclusión para el imputado.
La sentencia ha sido muy criticada en Italia, pues la jueza asegura que la condena fue reducida casi a la mitad porque el caso del ecuatoriano le habría conmovido, al ser “engañado” por la víctima.
La ecuatoriana Jenny R. fue víctima de femicidio el 8 de abril del 2018, en Génova, después de que su pareja, Javier G., le propinara una puñalada en el pecho. Ese día, el cadáver de la mujer fue hallado sobre un sillón en el interior de su vivienda, cerca a unas maletas que había dejado el agresor, quien había retornado hace poco del Ecuador.
En una entrevista publicada en el periódico italiano Corriere della Sera, la magistrada Carpanini defendió de su controversial veredicto y dijo que el hombre estaba “en un estado de ánimo muy intenso, no pretencioso, ni humanamente comprensible”, es decir “una mezcla de ira y desesperación, profunda decepción y resentimiento” porque ella (la víctima) le habría “engañado y desilusionado al mismo tiempo”.
“No pretendo justificar la sentencia. Es suficiente leer para entender que estamos dentro de los límites de la Ley, y para mí esto es lo que cuenta. Después de todo, existen instrumentos precisos para expresar oposición a una sentencia: si el fiscal no está de acuerdo, puede pedir que se vuelva a abrir el caso”, mencionó.
La funcionaria de justicia consideró que “el hombre no preparó durante días el asesinato, no se enfureció ni apuñaló a su mujer con treinta puñaladas pensando en lo que hacía, como vi en otras ocasiones mucho más truculentas. Deambuló un par de noches y se dejó capturar”, dijo.
Para la funcionaria, “este es un caso en el que ni la premeditación ni los motivos inútiles fueron tomados en cuenta. Nada puede justificar un asesinato, por supuesto. Pero hay asesinato y asesinato, hay intención e intención y no todos los asesinatos toman 30 años de sentencia”.
El fallo ha copado las páginas de los medios de comunicación italianos y generó la reacción del primer ministro, Matteo Salvini. Tras conocerse la sentencia el miércoles 13, el político condenó la decisión de la jueza: “no tengo palabras. No hay desilusión o celos que puedan justificar un asesinato. Quien asesina de este modo a una mujer debe pudrirse en la cárcel”, dijo.
Ante los cuestionamientos, la Jueza se defendió. “La gente es libre de criticar, incluso de considerar mi decisión discutible. Todos son libres de decir lo que piensan pero es mejor siempre conocer todos los hechos del caso muy bien antes de criticar”, agregó.
“Este señor se había ido voluntariamente a Ecuador para dejarla tranquila tras las decisiones que había tomado su esposa. Ella le hizo regresar prometiéndole un futuro y, en cambio, descubrió que prácticamente vivía con su amante en su casa”, narró Carpanini ante la prensa.
“No está escrito en ninguna parte que no pueden existir circunstancias atenuantes genéricas para los casos de homicidios. Deben darse en relación con las circunstancias del crimen y simplemente apliqué las reglas que el Código proporciona y lo hice de manera argumentada. Sentí que era un crimen sin intención y creo que he explicado mi decisión en detalle”. “Tomé una decisión bien informada y la motivé con una sentencia”, agregó la Jueza.
La Fiscalía de ese país no ha informado si presentará algún recurso legal en contra de la sentencia. Hasta este viernes 15 de marzo del 2019, las autoridades italianas no precisaron si pedirán o no la revisión del fallo.