El presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro escribió en Twitter para confirmar la designación del juez que encarceló al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del izquierdista Partido de los Trabajadores, Sergio Moro (izq) este 1 de noviembre del 2018. Foto: EFE
El juez estrella de la causa anticorrupción “Lava Jato” en Brasil, Sérgio Moro, será ministro de Justicia en el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, según informó este 1 de noviembre del 2018 el presidente brasileño electo.
“El juez federal Sérgio Moro aceptó nuestra invitación para el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública”, escribió Bolsonaro en Twitter para confirmar la designación del juez que encarceló al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del izquierdista Partido de los Trabajadores.
“Su agenda anticorrupción y contra el crimen organizado, así como su respecto a la Constitución y las leyes serán nuestro norte”, agregó el próximo presidente, que asume su cargo el 1 de enero, sobre la designación de Moro. “Después de una reunión personal en la cual fueron discutidas políticas para la cartera (de Justicia), acepté la honrosa invitación”, señaló Moro en un comunicado difundido por medios brasileños.
El tuit de Bolsonaro sugería que el juez asumirá un ministerio con funciones ampliadas con asuntos de seguridad pública, hasta ahora llevados por otra cartera. Moro había viajado esta mañana desde Curitiba, la ciudad donde funciona su tribunal en el sur de Brasil, para reunirse con Bolsonaro en la casa del presidente electo en la zona oeste de Río de Janeiro.
El cargo “significa en la práctica consolidar los avances contra el crimen y la corrupción de los últimos años y alejar riesgos de retrocesos, por un bien mayor”, explicó el magistrado tras aceptar la invitación. Moro, de 46 años, dejará los tribunales tras 22 años, según sus propias declaraciones, para iniciar su carrera política.
La inminente designación del juez para el gabinete de Bolsonaro había generado en las últimas horas críticas por detractores del magistrado, que ven comprometida la credibilidad de la operación “Lava Jato” (“Lavado de autos”, en portugués). “Me parece sorprendente hablar de que no se debe conversar con un presidente que acaba de ser elegido por más de 50 millones de brasileños”, se justificó Moro ante periodistas en el avión que lo llevaba de Curitiba a Río, antes de reunirse con Bolsonaro.
Moro está a cargo de los principales procesos de “Lava Jato”. A mediados de 2017 condenó a prisión a Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), tras hallarlo culpable de casos de corrupción ocurridos durante sus dos mandatos (2003-2010).
Un tribunal de apelación subió la pena de nueve años y medio a 12 años en enero de este año. Lula, preso desde abril, acusa a Moro de actuar por motivación política. En los días finales de la campaña electoral, el magistrado fue también blanco de críticas de círculos de izquierda por haber publicado documentos bajo secreto judicial sobre los casos de corrupción del PT.
El candidato del PT y discípulo de Lula, Fernando Haddad, perdió la segunda vuelta electoral el domingo frente a Bolsonaro. El controvertido ex militar, de 63 años, llegó al poder impulsado por el descontento de gran parte de la población con la desprestigiada clase política, debido a los escándalos de corrupción de los últimos años.
Bolsonaro es visto por muchos brasileños como una amenaza para la democracia debido a sus declaraciones extremistas a favor de la tortura y la dictadura militar, y sus insultos a mujeres, negros y homosexuales.