La exprofesora Inés Revelo (celeste) hace gimnasia y yoga en el IESS. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Durante 42 años convivió con niños. Corría detrás de ellos y compartía juegos. Por eso en su tercer año como jubilada, a Inés Revelo le cuesta permanecer sin actividad física.
Dos días a la semana acude a los grupos de gimnasia del IESS y un día más practica yoga. También es parte del Club del sano placer, donde cada mes comenta sobre un libro.
Así, la mujer de 63 años pasa su vida y espera que su compensación por jubilación llegue pronto. No quisiera que le pase como a muchos de sus compañeros, que “han fallecido sin cobrar”.
Este año se pagará a 5 640 jubilados, con un presupuesto de USD 300 millones, en bonos del Estado, según el Ministerio de Educación.
Desde el 2007, el anterior Gobierno impulsó la política de entrega del estímulo económico a la jubilación, para “rejuvenecer” la planta docente. En principio fue de USD 12 000 y llegó a 50 000. Además, mejoró su salario e hizo que su aporte al Seguro Social sea según sus ingresos y no con el básico.
Antes, los profesores se iban con más de 70 años, con un pensión mensual del IESS muy baja. Por eso preferían quedarse trabajando. Pero para el 2015, por la falta de recursos, debido a la caída del precio del petróleo, se suspendió la entrega para la jubilación voluntaria. Y se empezó a pagar con bonos del Estado.
Estos 5 640 jubilados están en la categoría de no obligatorios. Serán retribuidos a través de bonos del Estado, si los aceptan voluntariamente.
Los obligatorios son los que cumplen con la edad y tiempo de servicio para la jubilación, también hay otro grupo por invalidez y enfermedades catastróficas, no especificado.
El pago dependerá de la disponibilidad presupuestaria 2019 y de los mecanismos de priorización, según el anexo del Acuerdo Ministerial MDT-2018-0185, del 30 de agosto del 2018, suscrito por el exministro de Trabajo, Raúl Ledesma.
La edad actual del docente, las condiciones de orden médico y la fecha de desvinculación se considerarán.
Los 5 640 profesores para los que habría recursos son parte de un grupo de 12 583 casos pendientes de pago. Es el total de expedientes enviados al Ministerio de Trabajo, desde el 2016 hasta diciembre del 2018.
Teresa Mantilla se jubiló hace menos de un año, pero aguarda por su incentivo para atender su salud deteriorada. Por eso decidió retirarse a los 61 años. Trabajó durante 31.
Procura descansar, para no afectar más su garganta y no agravarse de la artritis en manos y piernas. Su medicina –relata- son las letras. Memoriza poemas y los recita.
“Somos los encargados de formar a la niñez, pero vivimos olvidados, con sueldos insignificantes”. Recibe USD 750 mensuales.
En el 2018 se pagaron USD 175 millones a 3 591 exservidores de tres regímenes laborales (LOEI, Losep y Código del Trabajo). De ellos, 3 368 fueron jubilados no obligatorios.
Cuando Rita Íñiga se jubiló, hace cuatro años, le pagaron el incentivo con bonos. A ella no le fue mal, asegura. Además de su pensión del IESS, al mes recibía USD 248 de interés. Hoy disfruta junto a su esposo, también jubilado.
A finales de marzo, en Guayaquil, docentes protestaron para pedir al Gobierno el pago del incentivo, determinado en la vigésimo primera transitoria de la Constitución y la Ley Orgánica del Servicio Público.
La transitoria estableció que el Estado estimulará la jubilación de los maestros, a través de una compensación variable. También fijó que el monto máximo sería de 150 salarios básicos unificados.
“Recibimos promesas, se nos ha usado para justificar medidas”, dijo Ricardo Ramírez, presidente de la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas del Guayas. “El presidente Moreno dijo que el alza del precio de la gasolina era, entre otras cosas, para pagar a los jubilados, y que eso le correspondía al anterior gobierno”.